Entrevista a Juan Carlos Donoso, analista político.
La estrecha cercanía entre el poder local y el poder central puede traer ventajas y desventajas. ¿Ha logrado Quito algún beneficio con la estrecha relación entre el alcalde Augusto Barrera y el presidente Rafael Correa?
Yo creo que ninguno en concreto. No hemos visto ninguna ventaja, ninguna mejoría que haya tenido Quito. Lo único que se puede pensar es que no ha habido enfrentamientos entre el Alcalde y el Presidente. Si uno ve cómo están las cosas en la ciudad, podría decirse que no han habido avances sustanciales. Creo que más allá de una ventaja, posiblemente política, Quito no ha visto nada en concreto. Tampoco estoy diciendo que haya empeorado la situación, simplemente digo que se ha mantenido igual.
¿No es una desventaja tener un Alcalde, que por ser coideario del Presidente no puede exigir con libertad más atención al Distrito?
A Quito le interesa tener un Alcalde que tenga una alta trascendencia a escala local, principalmente. Estaba visto que, sin desmerecer a Augusto Barrera, cualquier candidato que hubiera presentado Alianza País llegaba a la Alcaldía. La votación fue en respuesta al alto apoyo que tiene el presidente Correa en Quito. A los quiteños nos debería importar más que el Alcalde cumpla con las obras, como vialidad.
¿Ha faltado participación de Barrera en los problemas de interés nacional, por ejemplo, en la seguridad?
Sí. El tema de la inseguridad queda claro que es nacional, pero hay que entender que para el alcalde Barrera es un problema que tiene que resolver primero en la ciudad. Las cosas no mejoran y él fue víctima. No quiero escandalizar, pero la delincuencia aumenta en Quito. Es un deber pendiente del Gobierno y también del Alcalde.
¿Se siente injerencia del Gobierno central en la administración que se maneja en el Municipio de Quito?
Digamos que en teoría no debería haber injerencia. Hay que tener claro que los gobiernos locales son jurisdicciones separadas a las del Gobierno central. En todo caso, me parece que más allá de las disputas políticas que pudieron haber tenido otros alcaldes con el Presidente de la República, en el caso de Quito no se ha sentido eso. Tampoco hay una diferencia muy grande. El tema del aeropuerto sigue ahí, estancado. No han habido mejoras drásticas en vialidad ni urbanismo, tampoco en seguridad.
Rafael Correa ha criticado el modelo de administración en Guayaquil. ¿Influye la relación que tiene con A. Barrera para que no diga nada sobre el modelo de administración de Quito?
Por supuesto. Está claro que en el modelo de administración están de acuerdo el Gobierno y el Alcalde (A. Barrera). El modelo de administración de Guayaquil es totalmente diferente. Es un modelo que ha tenido resultados y falencias, las falencias son las que resalta el Presidente.
¿Un modelo centralista?
Diría que sí, pero no más centralista que los anteriores. No es una administración radicalmente diferente a las administraciones anteriores. No podría decir que hay un cambio radical solo porque Barrera tenga la misma línea política que el Gobierno.
¿Pero si tiene el mismo modelo de administración ?
Es un modelo en el cual no solo el Alcalde, sino el partido de Gobierno de Correa, tienen mucha fe. El modelo trata de incrementar la rendición de cuentas. En términos de eficiencia no sé si ese modelo sea lo mejor. En todo caso, creo que Quito y Guayaquil son los dos polos de desarrollo.
Sin embargo, ¿la ciudadanía pudiera considerar una desventaja cuando ve al Presidente dando más impulso a obras en Guayaquil?
Consideraría que puede ser percibido como desventaja. Hay que tener en cuenta algo. Las apariciones del presidente Correa en Guayaquil son políticas. Aquí no tiene por qué aparecer, aquí en Quito está su base. Aparece en Guayaquil porque es una estrategia política del Gobierno.
¿No es otra desventaja el hecho de que Barrera tampoco hable sobre el pago a destiempo de las rentas?
No conocer nada sobre el tema de rentas no implica que necesariamente no se están pagando. Honestamente, tendría que tener más información para saber si se pagan o no las rentas para emitir un criterio. Si el Municipio no se está quejando, asumo, es porque se está entregando el dinero de las rentas a tiempo.
Con ese escenario, ¿sería un riesgo que desde el Municipio de Quito se piensen y se ejecuten programas pensando políticamente?
Eso es peligroso siempre, en cualquier Municipio, no solo en el de Quito. Pero también es una realidad. El principio básico de la política es que los políticos quieren mantenerse en su puesto. Alianza País quiere mantener la Alcaldía de la capital. Eso es clave para ellos. Ese tipo de actuaciones se da con cualquier partido.
¿Cómo ha sido históricamente esa relación entre Alcalde y Presidente?
No tengo referencias de administraciones pasadas. Soy bastante joven para hablar de esa historia, pero que me acuerde desde Jamil Mahuad hasta la administración de Paco Moncayo, no.