El ritmo de la Cuchara de Palo invita a bailar en una de las salas que ocupa la exposición que se abrió en el Museo de la Ciudad. La muestra se denomina ‘El alma de la fiesta: bandas de pueblo de Quito’. La exposición interactiva ofrece un recorrido por cuatro ambientes.
Uno de ellos es el de la sala donde se explica el ensamblaje de instrumentos. Allí, el visitante presiona un botón que activa el sonido de toda la canción y luego la melodía del clarinete, el saxofón, la trompeta, el trombón, el bombo, el redoblante, los platillos y la tuba. Instrumentos que son utilizados por 15 ó 20 integrantes de las bandas.
fakeFCKRemoveEn la sala se ven fotografías históricas sobre la evolución de las bandas. Una imagen de una banda militar desplazándose en un bote, es lo que primero llama la atención. Ahí se puede ver a un grupo de cinco músicos cargando sus instrumentos.
Los textos descriptivos de cada imagen que revela la evolución de las bandas están escritos en inglés y en español.
También hay una gráfica de un grupo de ‘Músicos afro’ interpretando las melodías que encendían las fiestas en los barrios. En cada sala, el eje histórico se lo cuenta con referentes de las bandas, que según la historia aparecieron a finales del siglo XIX.
Para el público también hay audífonos para escuchar diversos ritmos como pasacalles y santashpas, principalmente. Las bandas de pueblo, como agrupaciones musicales, según los investigadores del museo, representan a un barrio o comunidad y tocan ritmos alegres y populares.
Hay textos donde se señala a la banda de pueblo como un imán de unión entre vecinos, porque cuando sus músicos empiezan a tocar se reúnen junto a ella niños, jóvenes y ancianos.
Alfonso Espinoza, del área de comunicación del museo, explica que el propósito es rescatar el valor de los músicos y su participación activa durante las fiestas. “La investigación duró casi un año hasta montar esta exposición. La banda de pueblo es un elemento sustancial que une a los vecinos de los barrios”.
Espinoza calcula que en el Distrito hay más de 20 bandas de barrios y parroquias. La muestra se diseñó tratando de rescatar su relevancia cultural y social. En la investigación se determinó que los músicos que integran estas agrupaciones afinan sus habilidades artísticas desde niños.
Se recreó un espacio muy parecido a los que utilizan las bandas musicales para sus ensayos. Se exhiben trofeos y reconocimientos. En otro espacio, se ven instrumentos de viento y de percusión.