La mañana de ayer, en el inicio de un largo feriado, hubo fluidez en el tránsito vehicular en las principales avenidas de la ciudad. Eso, pese a que los funcionarios públicos trabajaron normalmente por una disposición gubernamental.
Las vías en las que hubo congestión fueron las aledañas a los principales cementerios de la ciudad. Las avs. Rodrigo de Chávez, Napo y El Trébol también fueron otros puntos de conflicto.
Ayer, a las 07:00, el tránsito en la avenida Maldonado fue fluido. En el puente de Guajaló hubo tres policías de Tránsito y dos municipales. Uno de ellos aseguró que la jornada previa al feriado del Día de los Difuntos se desarrollaba con normalidad.
El gendarme acotó que, a pesar de que en muchas empresas se trabajó con normalidad no se registraron problemas en el tránsito, porque no hubo clases.
Maritza Zurita tuvo la misma impresión. A las 07:30, ella conducía por la Maldonado y consideró que no había tráfico. Vive en San Bartolo y debía llegar hasta La Marín. Ese trayecto lo hace en 30 minutos y ayer hizo el mismo tiempo. Uno de los puntos conflictivos fue la av. Napo, a la altura de la Pasteurizadora Quito. Hubo una baja velocidad de circulación hasta el coliseo Rumiñahui.
Un taxi que se dañó en el redondel de la Plaza Artigas complicó el tránsito en ese sector. No se evidenció presencia policial.
A las 08:00, los vehículos circulaban sin problemas por la av. Mariscal Sucre en sentido sur-norte. En las paradas había pocas personas con trajes formales. En el bus 2239 de la cooperativa San Francisco, los pasajeros iban cómodos. Había varios asientos vacíos.
Kléver Erazo, conductor del bus urbano, decidió tomar un desvío por el colegio Paulo VI hacia la av. 5 de Junio para evitar el trancón en la av. Rodrigo de Chávez. Erazo explicó que el desvío le ahorra unos cinco minutos. “Con o sin pico y placa, siempre hay congestión desde la Rodrigo de Chávez hasta el mercado de San Roque”.
Hasta el cementerio de San Diego, el bus 2 239 tardó 20 minutos desde El Pintado. En el sector, el tránsito avanzaba lento.
En las aceras, los comerciantes empezaban a instalar la venta de flores y alimentos. Hilda Sánchez aseguró que este año el comercio en el sector estaba más ordenado.
Ella firmó un convenio con el Municipio para vender colada morada y otros platos típicos hasta el próximo miércoles. Lo mismo hicieron otros 192 comerciantes de la zona.
El sargento Jorge Ramos dirigía el tránsito en el sector. Explicó que ninguna de las vías alrededor del cementerio habían sido cerradas. En el mercado de San Roque era día de feria.
Sin la aplicación del pico y placa y con los funcionarios públicos laborando normalmente, Ramos explicó que hubo más carros que otros fines de semana. “A las 07:30 hubo congestión en San Diego pero el tránsito no se paró”.
Los parqueaderos del sector de La Mariscal tampoco estaban llenos. Dalton Cagua decidió abrir el estacionamiento de la calle Carrión. Solo 25 de las 60 plazas de parqueo estaban ocupadas.
En la esquina de Jorge Washington y Amazonas pocos empleados privados y algunos funcionarios de la Judicatura y de la Contraloría dejaron sus carros en el parqueadero público.