Los estudiantes que circulan por un tramo de la avenida 12 de Octubre, en el norte, se exponen a tres intersecciones conflictivas. En la Queseras del Medio, Vicente Ramón Roca e Ignacio de Veintimilla, un tránsito vehicular alto y la inseguridad hacen que los jóvenes tomen medidas de prevención.
En la primera intersección la falta de un semáforo hace que los estudiantes crucen entre los vehículos para avanzar. Lo mismo ocurre en la intersección de la calle Vicente Ramón Roca y avenida 12 de Octubre. Ahí cerca se encuentra un paso peatonal elevado, pero la mayoría de estudiantes lo ignora y prefiere usar las dos calzadas.
Dos son las excusas: usar la estructura implica más tiempo y que es un tramo inseguro. En el sector confluyen los estudiantes de la Universidad Católica, Salesiana y Politécnica Nacional. Son alrededor de 26 551 personas.
Belén Ugalde, estudiante, comentó que supuestos delincuentes se esconden en el paso elevado para robar. Además, la entrada a la Universidad Católica está a unos 30 metros de distancia de las gradas.
Por eso, los jóvenes aprovechan cuando el semáforo que permite girar a la izquierda se pone en rojo o cuando los conductores se detienen para ingresar al establecimiento. “Estamos acostumbrados a cruzar corriendo. Algunos conductores sí ceden el paso”.
En esta zona para advertir el paso de los transeúntes, en noviembre del 2013, los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica pintaron sobre la calzada líneas blancas para representar un paso cebra.
Sin embargo, hay estudiantes como Wendy Yépez que creen que eso no es suficiente. Ella opinó que el paso elevado debería ser removido y en su lugar se debería instalar semáforos peatonales. Eso detendría el tránsito completamente.
Más al norte, en la intersección de la Veintimilla el paso de los estudiantes también es constante. En la esquina funciona una parada del Corredor Sur Oriental. Por allí circulan buses de transporte público y autos particulares. Eso genera otro conflicto.
En la parte posterior de la Universidad Salesiana, la avenida Isabela La Católica es usada como estacionamiento provisional. Los conductores se ubican en el paso cebra.
Los estudiantes como Jonathan Alba deben sortear a estos vehículos para cruzar del bloque A al B.
Freddy Proaño, director general administrativo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, mencionó que este tipo de dilemas han hecho que las autoridades de las tres universidades soliciten apoyo al Municipio. La última reunión se la hizo en noviembre del 2013, pero aún no hay un plan concreto. “Hemos pedido que se retire el paso peatonal, pero no hay una respuesta”.
Mientras tanto, para dar garantías a los estudiantes en la avenida 12 de Octubre, a la altura del parqueadero de la Universidad Católica, se colocó una carpa para que los policías nacionales controlen el tema de la inseguridad.
También se han realizado operativos para cerrar los bares aledaños. Pero aún se mantienen dos en la calle España.
En la Secretaría de Seguridad del Municipio se informó que se está elaborando un plan para brindar garantías a los estudiantes de este sector como se lo hizo en las inmediaciones de la Universidad Central del Ecuador, en la av. América.
En contexto
El desarrollo que se experimenta en los alrededores de centros de estudios, como las universidades y la ‘carga’ de estudiantes que cada una representa, genera una microeconomía de pequeños negocios y, al mismo tiempo, una incidencia en seguridad y movilidad.