Imagen referencial. Un joven narró que hombres armados ingresaron a su vivienda y lo asaltaron dentro de su domicilio en Tanda, nororiente de Quito. Foto: Pixabay
La familia de Ramiro (nombre protegido) fue sorprendida por asaltantes en su domicilio a las 20:00 del viernes 2 de octubre del 2020 en Tanda, un sector ubicado entre el Rancho San Francisco de Miravalle y la parroquia de Nayón, nororiente de Quito.
Hombres armados ingresaron a su vivienda de Ramiro. Su testimonio:
“El atraco fue muy rápido, en 15 minutos aproximadamente. A las 19:00 del viernes, mi mamá salió de la casa para dejarle a su amiga con la que preparó colada morada durante la tarde. Solo mi padre y yo nos quedamos.
Aproximadamente a las 20:00, yo me divertía con unos amigos jugando por Internet en mi consola de videojuegos. Me puse los audífonos y no escuché a los delincuentes cuando ingresaron. Al parecer, se subieron el muro y llegaron al patio. Luego accedieron al interior de la casa por la cocina.
A mi papá lo sorprendieron mientras veía noticias. Yo estaba concentrado en los videojuegos en línea. Eran seis individuos armados que tras ingresar a la vivienda parquearon una camioneta en nuestro garaje. Nos exigieron que nos callemos. Nos amarraron las manos y pies. Con unas sábanas nos envolvieron la cabeza. Solo escuchaba las voces de los ladrones. Así alcancé a escuchar que uno de ellos se llamaban Luis Miguel y otro Aníbal.
Les dije que a mi papá no le empujen porque le operaron en la espalda y por suerte nos hicieron caso. Cuando nos arrojaron al piso le pusieron una almohada para que no se lesione.
Yo tampoco puse resistencia porque temía que me hicieran daño. Uno de los ladrones habló cerca de mi papá y percibió aliento a licor; los hombres habían tomado.
Se llevaron computadoras portátiles, televisores, ropa, dinero en efectivo, joyas, celulares, entre otros objetos. Trataron de llevarse el cerebro de mi carro que se encontraba en el garaje de la casa, pero no alcanzaron. Se sustrajeron las piezas del sistema de aire acondicionado. Se llevaron las llaves de los carros y de la casa.
Tomaremos nuevas medidas de seguridad, cercas eléctricas e instalaremos cámaras.
Mi mamá regresó a las 20:30. Los delincuentes tuvieron tiempo para abrir la puerta, meter su carro y llevarse los objetos sustraídos. Yo creo que ellos nos vigilaban y se aprovecharon de lo que mi mamá salió para dejarle a su amiga que no tiene carro y vive en otro vecindario”.