El arrastre de caudas tiene cinco guardianas

El Arrastre de Caudas, la ceremonia que cada año abre la Semana Santa, en Quito. Foto: EL COMERCIO

El Arrastre de Caudas, la ceremonia que cada año abre la Semana Santa, en Quito. Foto: EL COMERCIO

El Arrastre de Caudas, la ceremonia que cada año abre la Semana Santa, en Quito. Foto: EL COMERCIO

Los cánticos traspasaron las paredes de la Catedral de Quito y retumbaron en la Plaza de la Independencia. Mientras el Arrastre de Caudas, la ceremonia que cada año abre la Semana Santa, se desarrollaba en la estructura patrimonial.

Los fieles que no lograron ingresar vieron el rito a través de pantallas gigantes, colocadas en varios puntos de la Plaza Grande.

La mañana de este miércoles 1 de abril, no faltaron los extranjeros y las mujeres que, con un velo cubriendo sus cabelleras, como antaño, escucharon la misa que antecedió a la Reseña, como también es conocido el ritual heredado de la Catedral de Sevilla.

Y mientras en la nave central se rezaba y se contaba la historia de la tradición, a unos pasos, en la nave sur, cinco religiosas, a manera de vigías, estaban pendientes de cada detalle.

Cinco religiosas de la congregación de las Hermanas Sacramentinas fueron las encargadas de preparar cada uno de los elementos de la ceremonia. Una de ellas, con sus manos entrecruzadas y su vestimenta gris, recordaba que ella y sus cuatro compañeras, se encargaron de planchar las seis caudas que usaron los sacerdotes en el ritual.

En las manos de las religiosas, quienes viven en la Catedral de la capital, también estuvo la preparación de los ornamentos.

La mujer llegó a la Catedral hace seis meses, donde completo los 16 años de servicio. Para ella, tener como hogar a la iglesia del Centro y ser, junto con las otras madres, la encargada de preparar los actos litúrgicos, es "estar más cerca de Dios".

El evento se realizó ante la mirada de cientos de fieles y visitantes que coparon la iglesia principal del Centro Histórico.

Al paso de los sacerdotes por la nave norte de la iglesia, una mujer se desmayó y fue atendida inmediatamente.
Esta ceremonia es uno de los atractivos turísticos de la urbe.

El arrastre de caudas es un rito fúnebre con orígenes militares romanos que datan de hace 500 años. Solamente en la Catedral de Quito se mantiene esta ceremonia.

Este año se podrán apreciar denarios florales en las cruces de estas iglesias: La Concepción, Santa Clara, Carmen Alto, San Francisco, La Compañía, La Catedral y San Agustín.

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