El estado de emergencia operativa que regía en el Distrito Metropolitano por los incendios forestales cambió de alerta naranja a amarilla.
Quito fue declarada en emergencia el 7 de septiembre pasado. El anuncio lo hizo ayer el alcalde Augusto Barrera.
La alerta amarilla implica mantener activa la sala de situación y sala de operaciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), para el monitoreo y alerta temprana de incendios forestales y la coordinación interinstitucional para una pronta respuesta.
Barrera también presentó un informe. Desde el 1 de junio pasado, se registraron 2 565 incendios forestales, que quemaron 3 796 hectáreas de vegetación.
Del total de hectáreas afectadas, un 16% corresponde a bosques húmedos, 24% a arbustos húmedos, un 31% del área incinerada fue de herbazales y arbustos secos, 3% páramos, 6% eucaliptos y en menor cantidad cultivos y pastos. La Secretaría del Ambiente prepara un plan de recuperación y remediación ambiental para las zonas afectadas por el fuego.