Ahora las estrellas se miran en 3D

En el IGM.    Antes de ingresar a l planetario,  los niños  de la  Escuela Juan Pablo II  juegan a ser astronautas.

En el IGM. Antes de ingresar a l planetario, los niños de la Escuela Juan Pablo II juegan a ser astronautas.

Afuera se sentía la algarabía de los niños de las escuelas Juan Pablo II, de Chillogallo, Juan José Flores y de la Unidad Educativa Mitad del Mundo. El viernes pasado, en el pasillo de ingreso al Planetario del Instituto Geográfico Militar (IGM), unos 300 niños, de entre 8 y 10 años, esperaban la función. Era la primera con el nuevo sistema de proyección digital.

Mientras los pequeños hacían fila, el capitán Nicolay Baca, jefe del Centro Cultural del IGM, indicaba que el nuevo sistema Digistar 5.0, con sus dos proyectores de alto contraste, ofrece a los espectadores una altísima resolución y una amplia gama de colores. “Las imágenes que se proyectan son renderizadas en tercera dimensión. Las texturas y las formas se ven en 3D, sin necesidad de los lentes que generalmente se utilizan en los cines”.

Marlon Merino y Anthony Cajas, de la Escuela Juan Pablo II, fueron los primeros en ingresar. Con cada paso, las miradas de los infantes se direccionaban a todas las partes de la sala, con capacidad para 350 personas.

En el centro aún se exhibía el proyector antiguo, que desde 1988 hasta la semana pasada funcionó a base de lentes, piezas mecánicas y la destreza del operador. “Lo conocemos como la hormiga. Aún no está previsto el día para desarmarlo y sacarlo de la sala”, comentaba Baca.

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Todas las butacas ya estaban ocupadas y una voz aguda dio la bienvenida. Las luces se apagaron y los gritos de los niños se escuchaban con fuerza.

De pronto, la imagen del cielo de Quito, en la mañana, se proyectaba sobre la cúpula de 23 metros de radio. En cuestión de segundos, se observaba el atardecer. Después, lo que más llamaba la atención de Marlon y Antony era la noche estrellada capitalina.

Estas imágenes no se mostraban con el sistema anterior. “ La proyección era plana, es decir las imágenes no se movían, ni ocupaban todos los espacios de la cúpula”, informó Baca.

Otra de las ventajas del nuevo sistema es el tiempo de operación. Con la ‘Hormiga’ tardaban más de una hora para proyectar una función. Es por esto que hasta la semana pasada las funciones eran a las 10:00, a las 12:30 y a las 15:00. Ahora, las proyecciones son continuas, desde las 09:00 hasta las 15:00.

Las imágenes de los astros se amplían hasta que se llega a pensar que uno va a caer en cualquier lugar de la sala. Otra vez, los gritos son inevitables. El sonido también causa asombro en los asistentes. “Una nueva imagen debe estar acompañada de un buen audio. El sonido que adquirimos es Superdomo, que envuelve la sala y hace que el público tenga sensaciones de lo que ve”.

Laura Moya, profesora del quinto año, no retiraba su mirada de la cúpula. Ella recordó que cuando cursaba la escuela visitó el Planetario. “Ahora, el sonido y la proyección es mucho mejor”.

En la cúpula se proyectaba cómo el planeta Tierra se dividía hasta mostrar sus capas. “Cuando yo vine, veíamos las constelaciones, y la voz que se escuchaba era como la de un hombre serio de unos 40 años”, comentaba la profesora. Ahora, la narración es en vivo, con una voz amigable.

La función sigue y es el momento de ver el Sistema Solar. Conforme aparecen los planetas en las órbitas, los niños cantaban sus nombres: Mercurio, Venus, Tierra… Ya han pasado 12 minutos de proyección y los niños permanecían serenos, con los ojos bien abiertos y sosteniéndose de los soportes de los asientos.

Con la función Mundos de Hielo, en la que parece que un iceberg que chocará contra los asistentes, termina la proyección. El público aplaude.

Las proyecciones 

Las presentaciones.  Duran  entre 20 y 35  minutos. Con el  nuevo sistema,  el intervalo de tiempo entre cada una es de una hora. H ay más de 120 presentaciones. 

Las más vistas.  Son  un Universo Violento,  en la que se muestra el inicio de la Tierra y  del Sistema Solar;  otra es el Safari Cósmico, ahí las protagonistas son las estrellas; y   Mundos de Hielo, en la que se da información sobre los glaciales y se busca que los asistentes conozcan y reflexionen sobre el cambio climático que se registra en el mundo. 

El costo.  Las entradas para escuelas y colegios fiscales es de USD 1,50 y público en general el valor es de USD2.

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