Familias unidas visitaron el cementerio de El Batán, en Quito, a una semana del feriado obligatorio por el Día de Difuntos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
El cementerio Parques del Recuerdo abrió sus puertas a las 09:00, de este domingo 25 de octubre del 2020, tal como estaba previsto por los administradores de este camposanto. Aunque se pensó que el parqueadero interno se iba a llenar, estuvo solo ocupado en un 50%.
El ingreso a este panteón, ubicado en el norte de Quito, se hacía por la avenida Real Audiencia, porque el acceso por la avenida Galo Plaza Lasso estaba cerrado. A este lugar acudieron pocos deudos a visitar a sus familiares, en vísperas del feriado del Día de Finados.
Consuelo Subía y su hermano concurrieron al mediodía para visitar a sus padres fallecidos. Ella sostuvo que lo hicieron con anticipación porque, como sugirió el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional y fue acatado por el Comité local, los cementerios estarán cerrados el próximo 2 de noviembre. Y dijo estar de acuerdo con esta medida, puesto que lo mejor es evitar las aglomeraciones en la época de pandemia.
En el cementerio Parques del Recuerdo, en el norte de la capital, familiares acudieron a visitar a sus deudos este domingo 25 de octubre del 2020. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
A pocos metros de la tumba que visitaba Consuelo, se encontraba Sebastián Vásquez, un joven de 25 años, quien siempre evita ir a los cementerios el 2 de noviembre. Él prefiere visitar las tumbas de sus abuelos en otras fechas.
Mientras tanto, en el cementerio El Batán este domingo se congregó un mayor número de gente que ayer sábado. Decenas de vehículos permanecían en las afueras, esperando que el guardia permita el paso a los conductores. Todos los deudos ingresaron por la calle De los Tulipanes.
En el ingreso se aglomeraron vendedores de flores y tarjetas mortuorias. Ellos esperaban vender sus productos a los familiares que acudieron a este camposanto.
Iliana Guerrero había aprovechado la mañana para arreglar la tumba de su difunto esposo con un jardinero. Esta mujer, de 60 años, comentó que cada semana acude a visitar a su cónyuge ya fallecido.