El aplazamiento de la inauguración del aeropuerto de Tababela podría afectar a la planificación municipal. Estaba previsto que desde que empiece a funcionar la terminal aérea, el Cabildo reciba un porcentaje de los ingresos por las tasas que paga cada pasajero. En reiteradas ocasiones, las autoridades municipales han dicho que esos ingresos extras, que no estaban previstos en el contrato inicial de concesión, servirán para financiar en parte el plan vial de la ciudad y la construcción del metro.
Ahora, la nueva fecha prevista para inaugurar el nuevo aeropuerto es el 20 de febrero, siete días después de las elecciones presidenciales. El argumento de los empresarios fue que entre octubre y marzo es la temporada más alta para el movimiento de carga y de pasajeros, por lo cual pidieron que se posterguen las operaciones de Tababela para la segunda quincena de marzo, luego del Día de la Mujer. Por esa razón, también sorprende el anuncio de la nueva fecha.
Que desde octubre hasta febrero es temporada alta no es nuevo, pero a pesar de ello, el alcalde Augusto Barrera, cuando se realizó el primer vuelo comercial de prueba (julio de este año), insistió en que Tababela empezaba a operar impostergablemente desde octubre. Se ha tomado como principal argumento la falta de una vía directa, pero en realidad hay otros temas que también están pendientes e impiden el funcionamiento de la terminal.
Entre ellos, aún se realizan los simulacros de prueba para calibrar los sistemas electrónicos para el registro de pasajeros y maletas y la terminal de carga aún no está concluida y no se ha concretado un solo simulacro, la Dirección Nacional de Aviación Civil todavía no entrega la certificación para los vuelos, la Base Aérea está en proceso de construcción y la infraestructura aduanera está a medias. Aunque en pocos porcentajes, aún está inconclusos los cuarteles de bomberos y de Policías.
Es decir, la inauguración de Tababela el 12 de octubre era insostenible, no solo por la falta de una vía, también por la infraestructura aeroportuaria inconclusa, que es una realidad de la cual se habla poco.