La nueva autobomba del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre fue presentada ayer. El vehículo de la marca europea Rosenbauer participó en un simulacro, en donde se mostraron sus funciones.
En el acto de presentación se aprovechó para entregar un reconocimiento a quienes ayudaron a salvaguardar la vida de los pasajeros del avión Embraer 190 de Tame, accidentado la noche del 16 de septiembre.
Philippe Baril, director general de Quiport, entregó una placa al Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios del Aeropuerto (SSEI), encabezado por el capitán Marco López. El día del accidente, el equipo de socorro llegó al sitio en 50 segundos.
Además, se entregó otro reconocimiento al mayor Roberto Cortés, gerente de Certificación y Seguridad de Quiport, por haber sido él quien encabezó las operaciones de emergencia en cuanto se encendieron las alarmas.
La autobomba tiene una capacidad para 3 000 galones de agua, 410 de espuma AFFF (aqueous film forming foam) y 500 libras de polvo químico contra incendios. Además, este equipo tiene cámaras especiales que detectan, a través de infrarrojos, los puntos críticos en un incendio cuando hay poca visibilidad.
Según Baril, este vehículo es el único en los aeropuertos de América Latina y tiene la capacidad de extinguir un incendio, de proporciones, en apenas segundos.
Según la información proporcionada por Quiport, el día del accidente del Embraer, el monitoreo constante de la SSEI permitió que tras un minuto de ocurrido el percance, tres autobombas tuvieran una capacidad combinada de 9 000 galones de agua, 1240 de espuma y 1000 liras de polvo químico. Así se logró prevenir que el avión se incendiara.