Álvaro Moya, chofer de taxi de la cooperativa Tarqui 10 de Agosto, se sorprendió cuando llegó el pasado domingo, a las 14:00, por el Centro Comercial El Recreo, en el sur.
“No había nada de tráfico y los alrededores del complejo comercial estaban vacíos”, cuenta el quiteño. Para él, la ciudad estuvo desocupada debido a la salida de la gente por Carnaval.Moya dice que los días de descanso le fueron beneficiosos en lo que a carreras corresponde. Por ejemplo, en comparación con el domingo 27 de febrero, tuvo unas 15 carreras más.
Eso, en dólares, le resultó unos 20 extra, frente a un día normal. “A mi parecer no hay taxis, la mayoría de choferes y dueños de las unidades salieron de la ciudad o están paseando. Por eso aumentó la demanda y a eso se suma que las personas que no viajaron a ningún lado prefirieron coger un taxi a un bus”, dice.
El punto de vista de Moya no es compartido por la administración del centro comercial El Recreo. Según un administrativo, que pidió reserva por no ser vocero oficial, el complejo comercial tuvo un 10% más de visitas en el feriado a comparación del domingo anterior a Carnaval.
Según sus cálculos, las 2 500 mesas del patio de comidas estuvieron llenas entre el sábado y domingo de Carnaval.
Por otro lado, en La Mariscal, zona turística del norte de Quito, lució desolada en la noche del domingo (19:00). Por ejemplo, en Azuca, donde se vende comida y cocteles, la afluencia de público bajó notablemente. “En un domingo sin feriado podemos superar los 200 clientes, pero en lo que va del día, hemos recibido unas 30 personas”, explicó José Holguín, administrador del lugar.
Según Holguín, el sábado tuvo lleno total en su local. Para enganchar clientes, Azuca organizó una fiesta carnavalera con ambiente brasileño y así superaron los 250 clientes. Además, hubo promociones en cocteles y platos de comida.
En la Whymper, entre Coruña y Orellana, está ubicado el restaurante Taconazo, de comida mexicana. El local tiene 25 mesas y una capacidad para unas 120 personas. Los fines de semana, en almuerzo y cena, las mesas del local lucen llenas. Sin embargo, el pasado feriado a penas llegaron unas 10 por día.
Armando García, trabajador del lugar, explica que los feriados las ganancias se reducen hasta en un 80%. Aunque no reveló cifras, explicó que el trabajo es tan escaso que el domingo prefirieron cerrar a las 19:00. Dependiendo de la clientela, en un domingo común pueden cerrar hasta después de las 22:00.
Beatriz Moreno también sintió la falta de gente por el feriado. Su restaurante Entenza Mediterránea, ubicado en la av. Coruña e Isabela Católica, la noche del domingo estuvo cerrado.
Pero, según Moreno, a comparación del año pasado, el restaurante tuvo un 40% más de tráfico de personas al mediodía. “Los almuerzos tuvieron mayor acogida. La mayoría de clientes se decidió a comer mariscos”.
En el Centro Histórico, por ejemplo, el panorama no resultó desolador. En el restaurante Hasta la Vuelta Señor, en el sector el Palacio Arzobispal, los clientes “iban y venían” en la noche del sábado. “Aquí es un lugar netamente turístico y tenemos clientes nacionales (40%) y extranjeros (60%) que visitan nuestro local”, explica Patricio Bedoya, gerente del restaurante.
Hasta la Vuelta Señor tiene capacidad para más de 120 personas. Además del local ubicado en el Centro, tiene otra sucursal en el sector de La Mariscal. Bedoya explica que el Centro Histórico tiene visitas nacionales y extranjeras. En cambio, en La Mariscal, las visitas, en su mayoría, son realizadas por quiteños y en Carnaval están de viaje.
Por eso, el pasado domingo, cerró a las 19:00 la sucursal que está ubicado en las inmediaciones de la Plaza Foch y solo mantuvo abierto el del Centro Histórico.