Ayer, en el nuevo bulevar de la avenida Naciones Unidas hubo una fiesta de música y color por la presencia de 65 quindes, aves emblemáticas de Quito, fijados en un pedestal.
Desde las 10:30, la Banda del Distrito Metropolitano alegró la mañana. A las 11:00 llegaron el alcalde, Augusto Barrera; los concejales María Sol Corral, gestora de la iniciativa artística, Norman Wray, y el vicealcalde, Jorge Albán. En un discurso de sentido ecológico, Barrera reconoció el trabajo de María Sol Corral y del ornitólogo Juan Manuel Carrión para que los quindes, pintados por reconocidos artistas, fueran apreciados por los quiteños.
Augusto Barrera invitó a pensar en el espacio público para mejorarlo. “No cuidemos solo nuestro espacio privado, hagamos de la calle un lugar maravilloso”.
Los pintores Miguel Betancourt, Rosy Revelo, David Santillán y Arnoldo Sicles celebraron la propuesta.
Betancourt presentó un ave pintada de azules, violetas y verdes, y en la base un cálido rojo. Usó laca automotriz para que la obra soportase el rigor del tiempo. La título Aguja tornasol, en alusión a un poema de Jorge Carrera Andrade, quien vio en el quinde -al igual que el pintor- una lección de resplandores. Revelo, fiel a su pasión por lo urbano, ofreció siluetas de edificios, calles, signos de la ciudad en su obra ‘No lo pierda de vista’. Su quinde tiene armonía y un concepto lúdico.
Sicles mostró una gama tersa de verdes , “hecha con el santo óleo”, dijo. Y Santillán ironizó al poder actual con la obra ‘El nuevo rayo’ -empleó pan de plata, chinescos, las alas y la cola son tornasolados (el verde agua predomina). Con Santillán trabajaron, en sus aves, Ana Fernández y María Pérez. Otros artistas: Juan Cuzco, Xavier Crespo y Nelson Santos. La exposición será hasta febrero.