Las fundas con basura copaban ayer las veredas y parterres de las calles Nicolás Alba y Bernardo de García, en Cotocollao. Esa imagen es común los lunes, miércoles y viernes, porque son los días de recolección de basura en el sector.
Los desperdicios atraen a perros callejeros. Rompen las fundas y esparcen los desechos. Hay mal olor y desorden.
María Cecilia Ortega, moradora del sector, comentó que el carro recolector no se lleva la basura desparramada. “Muchas veces a los vecinos nos toca limpiar”.
Una brigada de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo) visitó ayer su casa para informarle que desde el 21 de enero se aplicará un nuevo sistema automatizado de recolección, a través de contenedores.
En la primera fase se intervendrá en seis barrios: San José de El Condado, Cotocollao, San Pedro Claver, Quito Norte, San Carlos y Andalucía. Son 476 hectáreas.
La colocación de los contenedores empezará la noche del viernes 20 y durará hasta el 31 de enero. Se colocarán 611 contenedores, 100 por noche, pasando un día.
Roberto Viteri, coordinador del proyecto de contenerización, indicó que los recipientes de 1,20m de altura, de color gris y acero galvanizado, serán ubicados en la calzada. Es decir, ocuparán una plaza de parqueo de carros.
El fin es no perjudicar el tránsito de los peatones por las aceras. En lugares de vía angosta se colocarán sobre la vereda.
Hasta el 21 de enero se difundirá el proyecto puerta a puerta. Se espera llegar a las 24 100 familias que serán beneficiadas.
El desafío es que las personas cambien su hábito de sacar la basura a la vereda. Una de las ventajas de la contenerización es que el usuario no estará sujeto a una frecuencia y horario, podrá sacar los desperdicios durante las 24 horas del día. Además, mejorará la higiene de aceras y parterres.
Byron Reascos, morador de Cotocollao, conoció la operación del sistema en un video didáctico.
“Es muy importante que mejoren el servicio, la situación es insoportable con la basura desperdigada por la calle”.
El brigadista Cristian Valencia le explicó que el servicio no tendrá un costo extra para el usuario.
Los contenedores estarán ubicados a una distancia de 90 m. Es decir, uno en cada cuadra.
En los contenedores se recogerán 65 toneladas diarias de basura, que es el volumen actual que producen los barrios involucrados en el proyecto. El temor de Martha Chisaguano es que se conviertan en depósitos sucios y que la basura se rebose.
Patricio Villavicencio, jefe del proyecto, explicó que la operación contempla que los contenedores se llenen hasta en un 70%, siempre habrá un espacio de amortiguamiento para evitar que los desperdicios no se rieguen.
Hay contenedores que pueden almacenar hasta 2,4 m³ de desechos y otros, hasta 3,2 m³.
Tres veces por semana, un camión recolector vaciará los contenedores. El tiempo de recolección será de 40 segundos en cada contenedor. El sistema también cuenta con un segundo camión que lava la parte interna y externa del recipiente. La operación se realizará tres veces por mes y dura 80 segundos. Se calcula que en menos de un minuto se recogerá la basura de una cuadra.
Para garantizar el correcto funcionamiento y durabilidad de los contenedores, una unidad especial que dará mantenimiento dos veces al mes a cada uno.
Los desechos recolectados serán llevados a la Estación de Transferencia y luego al relleno sanitario de El Inga. No tienen un tratamiento especial. En un plazo de tres meses se prevé introducir el programa de reciclaje.
La inversión
El proyecto tiene un costo de USD 20 419 440. El tiempo de implementación es de un año.
En la primera fase se invirtieron USD 2 728 056; el Ministerio del Ambiente financió una parte. La empresa proveedora de la maquinaria es Themac Andina SA.
La recolección en vereda cuesta USD 21,07 por tonelada, en contenedores baja a USD 10,57.