Hace cinco meses, Marina Tadeo regresó a vivir en unos pequeños cuartos asentados en una ladera del sector 8, en el Comité del Pueblo. El 31 de mayo del 2010, seis viviendas fueron destruidas por el derrumbe de la quebrada, en ese lugar.
La casa que habita Tadeo también la ocupaban su suegra y su cuñada. Ahora ellas viven en un cuarto que arriendan en el barrio Luz y Vida, en Carapungo.
Hasta diciembre del año pasado, 21 familias afectadas por los derrumbes en el Comité del Pueblo y Atucucho fueron reubicadas en Pueblo Blanco, en el nororiente de la ciudad. Según la Secretaría de Seguridad del Municipio, el trámite de otras 50 familias está pendiente.
Este año, está prevista la reubicación de 600 familias, en ocho sectores. Para financiar el proyecto, el Municipio y la CAF firmaron un convenio de cooperación por USD 460 000, para la relocalización urgente de familias en alto riesgo. El Cabildo asignará otros USD 129 260.
Durante tres semanas, personal del Municipio trabajó en la nivelación y limpieza del terreno que fue ocupado ilegalmente al filo de la quebrada. El terreno será habilitado como un espacio de uso comunitario.
Sin embargo, el riesgo de nuevos derrumbes es permanente en el sector. Los muros de tierra que rodean la casa de Tadeo están húmedos. Desde el deslizamiento, tres cuartos de la casa están desocupados. Una de las paredes que se destruyó por las piedras y el lodo que bajaron de la montaña no fue reconstruida. Ella decidió regresar a la casa semidestruida porque unos vecinos le alertaron que había personas que pretendían invadir la propiedad.
Una larga escalinata de cemento desciende por la ladera donde aún habitan unas 33 familias. Por ahí bajaba María Albarracín cargando un balde con comida para sus animales. Su preocupación es evidente. “Hace ocho días hubo otro derrumbe en la quebrada”.
Albarracín aseguró que está dispuesta a mudarse de vivienda por la seguridad de su familia. No obstante, ella aún espera noticias de la reubicación que le ofreció el Municipio. “Primero me dijeron para enero, ahora dicen que para marzo. Ya no sé hasta cuándo esperar”.
Según la concejala Elizabeth Cabezas, en un censo realizado en el 2009 se determinó que de los 586 barrios que hay en la ciudad, 56 están en zonas de riesgo.
El Plan de Mitigación y Relocalización de Familias en Riesgo, que impulsa la Secretaría de Seguridad, se inicia con la calificación del riesgo, el trabajo social con las familias y la oferta de vivienda. En caso de que una familia no quiera abandonar su casa, el Municipio iniciará un proceso de expropiación, en el que se aplicará un plan de recuperación ambiental para evitar nuevas construcciones ilegales.
En la ciudad, los derrumbes se volvieron frecuentes por los fuertes aguaceros de las últimas semanas. Eso incrementa el riesgo para las personas que viven en zonas vulnerables.
El lunes pasado, una fuerte lluvia provocó deslizamientos en el barrio de La Comuna de Santa Clara de San Millán. Seis casas fueron afectadas por el deslave.Esa noche, por seguridad, bomberos evacuaron a las familias que las habitaban. Pero dos viviendas aún están en riesgo inminente, según el administrador de la Zona Eugenio Espejo, Oswaldo Granda. El funcionario informó que estas dos familias también serían reubicadas en Pueblo Blanco.
Las obras de mitigación dependen del grado de riesgo de cada sector. En La Forestal, por ejemplo, 23 personas trabajan en la construcción de un canal para el desvío de las aguas servidas y del agua lluvia que baja por la ladera que limita con la av. Simón Bolívar.
El 5 de mayo del 2009, unos 1 500 m³ de tierra cayeron sobre la transitada avenida. La enorme pared de tierra está húmeda y se observan algunas grietas. Uno de los trabajadores es Juan Carpio, quien también tiene su casa en el filo de la ladera. Desde hace 17 años, él vive con la esperanza de que un día se legalice su lote. María Salazar, otra vecina, mantiene la misma expectativa. Ella no ha escuchado nada concreto sobre una posible relocalización. “No quisiera irme a vivir a otra parte porque ya estoy acostumbrada a vivir en este barrio”.
El riesgo también es para los conductores. El pasado viernes se observaron cinco derrumbes de diferente magnitud en la av. Simón Bolívar. Personal del Municipio retiraba los escombros.
La vía a Guápulo se cerrará por 45 días
El paso por la avenida De los Conquistadores, en el acceso hacia y desde la av. Simón Bolívar, permanecerá cerrado por 45 días.
En ese sector, la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) realiza trabajos de mantenimiento preventivo de la vía. Esto, debido a que las fuertes lluvias de los últimos días afectaron la estructura de la calzada.
Esta vía, ubicada en el sector oriental de la urbe, es utilizada preferentemente por los conductores que requieren trasladarse desde Quito, hacia los valles de Cumbayá, Tumbaco, Los Chillos y viceversa. Diariamente se desplazan por esta vía aproximadamente 5 000 vehículos.
Este fin de semana se iniciaron los trabajos de sellado de fisuras. También se trabajará en el aseguramiento del talud inferior del tramo vial. Mientras se ejecutan esas obras, el acceso hacia y desde la av. Simón Bolívar quedará habilitado en un solo carril para la circulación vehicular en ambos sentidos.
La Empresa de Movilidad del Municipio recomienda a los usuarios de esta vía que utilicen vías alternas como la Vía Interoceánica y el túnel Oswaldo Guayasamín. La Policía Nacional y el Municipio implementarán un operativo conjunto para regular el tránsito por el único carril habilitado en el sector. Esto se ejecutará especialmente en las horas pico de la mañana y la tarde, con el propósito de evitar la congestión vehicular en el sector.
También se solicita a los conductores que transitan por esta ruta, que lo hagan con precaución, respetando la señalización y los límites de velocidad.