En la av. República de El Salvador, entre la Portugal e Irlanda, en el norte, se sancionó a los conductores de tres autos que irrespetaron la Zona Azul (parqueo tarifado en las calles), el jueves pasado.
Ellos no cancelaron los USD 0,40 que cuesta dejar el auto en la vía durante una hora. Detrás de los parabrisas de los carros no se exhibieron las tarjetas. Este incumplimiento se sanciona con la colocación de un aparato en una de las cuatro llantas y se lo retira al cancelar una multa de USD 26.
En el sistema Zona Azul intervienen 82 policías metropolitanos, a cargo de sancionar el mal uso del espacio público en las calles y 510 personas son las encargadas de vender las tarjetas.
El sistema de parqueo tarifado en la vía se aplica en cinco zonas. Hay 7 471 plazas de estacionamiento. En la actual administración, entre agosto del 2010 y marzo de este año, se amplió la Zona Azul a La Carolina, La Pradera, Santa Clara y La Mariscal 2.
Según el Municipio, en promedio, hay unos 21 sancionados diarios en cada una de las zonas. Sin embargo, el sistema todavía tiene deficiencias. Por ejemplo, Roberto Andrango, propietario de uno de los vehículos sancionados el jueves, intentó explicar a los metropolitanos que cuando él llegó al lugar (07:50), no estuvo la persona que vende las tarjetas.
Dijo que le buscó a las 08:20 y tampoco aparecía. Estaba molesto y su explicación fue en vano. Al final, pagó la multa y enfadado hizo algunos cuestionamientos al parqueo tarifado en la ciudad. “Hay ocasiones que los vendedores no aparecen. No permiten estacionar el auto en determinados lugares, porque dicen que está reservado. No dan ni seguridad”, se quejó el agente vendedor.
La persona responsable de vender la tarjeta prefirió no discutir con el usuario. Aunque reconoció que llega a su puesto todos los días a las 08:30. Esto ocurre porque los vendedores no tienen un horario fijo de trabajo. Por ejemplo, hay quienes se retiran a las 16:30, 17:00 y otros a las 17:30. Los vendedores tienen un acuerdo firmado con el Municipio sobre sus responsabilidades laborales.
Es un documento en el cual se determinan exigencias y sanciones para los 510 trabajadores. Este no implica ninguna relación laboral de las personas con el Municipio. Incluso, en la Ordenanza 221, que regula el sistema de parqueo tarifado de la Zona Azul, no hay un reglamento que defina las obligaciones y derechos.
Tampoco los vendedores están organizados. Hay un grupo que es parte de la Asociación Amazonas, que trabaja en la zona La Mariscal, desde hace 60 años. El gremio reúne a más de 300 trabajadores. En cambio, el personal que se integró para trabajar en las zonas nuevas (más de 200) no está organizado en un gremio y las reglas de sus tareas y sanciones a sus incumplimientos no están claras.
Hugo de Jesús Caicedo, vendedor de tarjetas en la Tribuna de los Shyris, reconoce que tiene clientes que le confían las llaves del vehículo para que lo movilice cada dos horas.
Al final del día cobra USD 3,20. Así, 16 de sus 51 años ha trabajado en este espacio donde administra 48 plazas de parqueo. Gana, al día, entre USD 12 y 20. No tiene un lugar donde descansar.
“Compro el talonario de 50 tiques en USD 10. Cuando acabo de vender todo me quedan USD 10. No todos los días la venta es buena. Es un trabajo difícil y no tengo ni Seguro Social”.
La realidad es diferente para Víctor C. Él prefiere no identificarse por el temor a represalias. En un día de buena venta gana USD 10. Eso representa cerca de USD 200 mensuales. “Eso me alcanza para vivir. El movimiento de la calle donde trabajo no es ni la mitad de lo que se vende en otras calles de Zona Azul”.
Bolívar Muñoz, jefe de la Unidad de Zona Azul, reconoció que el trabajo del personal que vende las tarjetas está regulado por acuerdos. “Ellos no tienen relación de dependencia con el Municipio. No podemos exigirles. Pero sí hay acuerdos para que se respeten las normas. Ellos han recibido cursos de capacitación”.
Los metropolitanos y los inspectores son los encargados de controlar la asistencia al trabajo de los vendedores, también de sancionar los malos procedimientos que son denunciados.
Según el Municipio, se realiza un estudio para implementar un sistema tecnológico que permita un mejor control de los parqueaderos, la venta de las tarjetas y las sanciones. Esto se aplicaría desde el próximo año.
Las cifras
El ingreso mensual del Municipio por el cobro a usuarios de la Zona Azul es de USD 147 000. En la zona de Santa Clara (área 3), en el norte, se
recaudaron USD 53 000.
Hasta julio de este año se entregaron 14 624 notificaciones por el irrespeto a la Zona Azul en los cinco sectores donde se aplica la medida. Las boletas son entregadas por los policías metropolitanos. Hay 87 uniformados asignados a la tarea.
El costo de la tarjeta es de USD 0,40. El horario de aplicación de 08:00 a 18:00. Las calles donde funciona el sistema de Zona Azul están señalizadas con un letrero y con líneas blanca y azul.