En los 2 kilómetros de la av. Orellana, entre las avenidas González Suárez y 10 de Agosto, no se observa ninguna irregularidad sobre el asfalto. En esta vía se realizó el bacheo y sellado de grietas. Los trabajos se ejecutaron entre febrero y mayo de este año.
La obra es parte del plan de mantenimiento vial que impulsa el Municipio desde diciembre del año pasado.
En el primer semestre se invirtieron USD 3 203 658 en la rehabilitación de 36 vías de la ciudad.
La reparación de otras vías sigue en ejecución y para el segundo semestre, el Cabildo tiene lista la segunda etapa de intervenciones. En el cronograma consta la rehabilitación de 52,66 km, en 23 vías longitudinales y transversales. Otras 93 calles están en la lista de obras de mantenimiento.
La Gerencia de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas tiene un presupuesto anual de USD 20 millones para este tipo de obras. Cerca del 50% de ese presupuesto ya ha sido invertido.
Atravesar las 19 intersecciones de la av. Orellana se demora 5 minutos. La pintura amarilla que cubre los bordillos y las líneas blancas entrecortadas sobre el piso facilitan la circulación vehicular y mejoran la seguridad vial.
El pasado viernes, un grupo de obreros realizaba arreglos en el parterre de la transitada avenida que conecta vías longitudinales como la 10 de Agosto, 9 de Octubre, Amazonas, 6 de Diciembre y Diego de Almagro.
Esta última también fue intervenida entre enero y febrero. A las 10:50 del viernes, el bus 76 de la cooperativa Catar circulaba sin contratiempos. Margarita Castillo, ayudante en la unidad, que circula entre El Bosque y el colegio Don Bosco, aseguró que durante el trayecto se siente la diferencia entre la vía que acaba de estrenar nuevo asfalto y otras que necesitan mantenimiento. “La av. De la Prensa aún tiene huecos”.
Durante la ejecución de la obra, las líneas de transporte público no alteraron sus recorridos. La congestión que generaba el cierre parcial de la vía incrementó el tiempo que duraba el recorrido. “Pasó de dos a cuatro horas”. Una vez rehabilitada la vía, el tiempo de viaje volvió a ser de dos horas.
Cuando se repavimentaba la calle Queseras del Medio, Luis Mafla solo tardaba entre 5 y 10 minutos más en cruzar el sector del Hospital Militar. La obra tardó dos meses. En ese tiempo, Marina Guagalango, administradora de un local de mantenimiento automotriz, sintió una reducción en las ventas de hasta un 50%. “Para evitar pérdidas económicas, debían trabajar en las noches”.
Luego de la repavimentación, los bordillos de la Queseras del Medio quedaron prácticamente a la misma altura que la calzada. “También tenían que arreglar los bordillos porque ahora es un peligro para el peatón”.
La renovación del asfalto también facilitó la circulación de Ney Garcés, un estudiante de medicina de la Universidad Católica, quien conduce una bicicleta. “Los baches en las vías constituyen un peligro porque algunos conductores por esquivar el hueco pueden causar un accidente”.
Ayer, un tramo de la av. Ajaví estuvo cerrado al tránsito vehicular. Esta es una de las 23 vías que son parte de la segunda etapa de repavimentación. Los conductores eran desviados a rutas alternas.
Los trabajos
De los 1 645 kilómetros de vías, el 66% (1 087 km) están en un estado regular a muy malo.
En el primer semestre también se ejecutaron 38 obras de mejoramiento de acceso a los barrios, con la construcción y adecuación de muros, paradas, aceras y bordillos, etc.
Hasta el 8 de junio, la Empresa de Movilidad y Obras Públicas reparó 242 100 baches. En este trabajo se utilizaron 8 152 m³ de asfalto en caliente.