Un contrato con el Municipio para la instalación del sistema eléctrico e iluminación en las paradas del Corredor Central Norte resultó ser la primera experiencia laboral para Javier Lata. Esa obra fue parte de los trabajos de rediseño y reconstrucción de 26 andenes del sistema de transporte integrado, que cubre la ruta Marín-Seminario Mayor-La Ofelia.
Los articulados y buses alimentadores que operan en este corredor movilizan diariamente a 200 000 pasajeros. Las primeras paradas se construyeron hace siete años. Según Carlos Páez, secretario de Movilidad, la decisión de intervenir en la rehabilitación de las paradas se debió al acelerado proceso de deterioro que presentaban por la falta de un adecuado mantenimiento. En total se construyeron 22 paradas simples y cuatro dobles, con una inversión de USD 1 591 356.
Carlos Poveda, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros, explicó que se aplicó un nuevo modelo de gestión a través de la contratación de microempresarios que participaron en las ferias inclusivas de ConQuito, con la generación de 200 fuentes de empleo.
Parte de la obra también fue adjudicada a un grupo de 250 estudiantes de la especialización de electricidad del Colegio Central Técnico. Mario Lara, profesor de electricidad, aseguró que es la primera vez que un colegio técnico de Quito se acredita este tipo de contrato.
Ocho profesores supervisaron el cableado y la instalación de tomacorrientes y luminarias en cada parada. “En esta primera experiencia laboral, los maestros pudimos darnos cuenta de las áreas de conocimientos que debemos reforzar en las aulas”.
Las tareas fueron distribuidas según las habilidades entre los alumnos de cuarto a sexto cursos. Los trabajos se realizaron como parte de las prácticas preprofesionales en jornadas de 10 a 12 horas semanales.
Lara asegura que durante la obra pudo reforzar y poner en práctica sus conocimientos. Para él, la organización y el trabajo en equipo fueron unas de las mejores experiencias adquiridas. Para Andrés Torres, alumno de sexto curso, pasar de las aulas al trabajo práctico tuvo sus dificultades. “No es lo mismo trabajar en mangueras que en estructuras metálicas”. Ese trabajo es la primera experiencia laboral en su currículo.
La obra se inició en junio del año pasado y la entrega estaba prevista para octubre. Sin embargo, Poveda explicó que el retraso se debió a problemas de coordinación entre los 14 contratistas y proveedores. “Hay que mejorar la capacitación de los microempresarios en la gestión de la obra civil. Además, se tuvo que reconstruir las bases de los andenes. Ese trabajo no estaba previsto”.
Héctor Guevara, presidente del Corredor Central Norte, aseguró que las paradas sí recibían mantenimiento, pero que la mala calidad de los materiales fue lo que aceleró el proceso de deterioro.
Eliana Trujillo viaja todos los días en el Corredor Central Norte, desde La Gasca hasta La Ofelia. En las nuevas paradas ella aseguró sentirse más segura y cómoda.
Las rampas, la señalética y áreas de señalización de tacto ofrecen facilidades de acceso para las personas con discapacidad. El Municipio se hará cargo del mantenimiento y de la seguridad, mientras que cinco empresas de transporte privadas seguirán administrando la operación del servicio.
Pasado el mediodía, el alcalde Barrera cortó la cinta azul con la que se inauguró oficialmente la obra en la parada San Gabriel.
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Los trabajos
En las paradas se instalaron puertas automáticas, vidrio templado, cubierta de galvalume, sistemas de recaudo, iluminación, señalética.
En los andenes también hay rampas de acceso para discapacitados, señalización de tacto para no videntes y estacionamientos para bicicletas.
El tiempo de vida útil de los nuevos andenes es de entre 20 y 25 años. El costo promedio de cada parada es de USD 50 000.
El Cabildo aún negocia la reestructuración del contrato de operación por el cual se concesionó a cinco empresas de transporte la operación del corredor hasta el 2017.