21 vías son peligrosas para pedalear en Quito

En la Carrión y 9 de  Octubre. A las 09:00 de ayer, un chofer invadió  el espacio exclusivo de  los ciclistas. Diego Pallero /  EL COMERCIO

En la Carrión y 9 de Octubre. A las 09:00 de ayer, un chofer invadió el espacio exclusivo de los ciclistas. Diego Pallero / EL COMERCIO

Pablo Ochoa, ciclista de ruta, sufrió un accidente mientras se entrenaba en la av. De los Shyris. El 28 de enero pasado, a las 06:30, el conductor de un auto particular lo impactó por detrás. “De la fuerza del golpe volé por encima de la bicicleta y caí al piso. Aún estoy recuperándome de las lesiones”.

La av. De los Shyris es una de las 21 vías consideradas peligrosas para movilizarse en bicicleta, según la Fundación Ciclópolis (ver infografía). La red vial de Quito tiene 4 148 km, de los cuales 63 km son ciclovías.

María Belén Cuesta, directora de ese colectivo, explicó que para establecer si una calle es riesgosa para pedalear se consideran la densidad vehicular, la agresividad de los conductores al manejar, la contaminación ambiental, la geografía y la inseguridad.

Cuesta se moviliza desde hace 20 años en su bicicleta. Ayer, a las 09:00, realizó un recorrido desde la Jerónimo Carrión y 10 de Agosto hasta la calle Mariano Aguilera y Diego de Almagro. Durante el trayecto, que duró unos 15 minutos, tuvo que lidiar con el follaje de los árboles, con los conductores que no se detienen en las intersecciones, con los que se estacionan temporalmente en las calles y con los peatones distraídos.

En la Jerónimo Carrión, las ramas de los álamos que están sembrados en la vereda impiden tener una buena visibilidad. Cuesta se agachaba o se colocaba en el extremo del carril exclusivo para avanzar. En las intersecciones se adelantaba para detenerse en frente de los carros y pedir permiso. Con el dedo pulgar hacia arriba agradecía a los conductores. “Las calles serían seguras si hubiese una cultura de respeto hacia los demás”.

Fernanda Jijón, ciclista urbana desde hace seis años, sufrió también un accidente mientras se movilizaba por la av. 6 de Diciembre. “Quise tomar la av. República, estaba detenida en un paso cebra y un carro me golpeó”.

Ante esta realidad, los ciclistas como David Almeida han optado por invadir el carril exclusivo de la Ecovía, en la av. 6 de Diciembre, o del trolebús, en la av. 10 de Agosto. “Las calles no le pertenecen a nadie. En estas zonas me siento seguro. Aquí, los conductores no manejan a exceso de velocidad”.

Según la Ley de Tránsito, quienes invaden el carril exclusivo cometen una contravención leve de segunda clase, que es sancionada con una multa de USD 29,20 (el 10% del salario básico).

Los huecos en el asfalto son también un problema para los ciclistas. Lorena Naranjo se lesionó, hace seis meses, en la calle Sapi y av. Rumichaca, en el sur. “La llanta delantera de la bicicleta quedó atrapada en la rejilla de un sumidero que cruza la calzada de un extremo a otro”.

Almeida agregó que también hay sitios inseguros por la presencia de delincuentes. “La ciclovía ubicada en las avenidas Francisco de Orellana y Amazonas y la del parque Machángara son túneles sin salida. En La Carolina no hay iluminación por las noches”.

María Sol Corral, vicealcaldesa de Quito, reconoció que tienen una deuda pendiente con los ciclistas. El lunes pasado, tras la muerte de Salomé Reyes se firmó un acuerdo para mejorar la seguridad (ver recuadro). Hasta el 2014 se espera construir 64 km de ciclovías y sensibilizar a la ciudadanía. Hasta tanto, Cuesta seguirá pedaleando y aprendiendo a interpretar las intenciones de los choferes para no ser víctima de los accidentes tránsito.

Compromisos del Municipio con los ciclistas

Iniciar, en el menor  tiempo posible, una campaña de sensibilización  y educación cívica y ciudadana. El fin es reducir las actitudes hostiles contra los ciclistas.   

Diseño de un plan  de mejoramiento y ampliación de la infraestructura para los ciclistas, tendiente a incrementar la cantidad de ciclovías y lugares seguros.
Implementación  de un plan de emergencia para mejorar  la  señalética en los lugares donde se realiza el entrenamiento de las diversas modalidades de ciclismo.    

Constituir una  veeduría para observar y valorar el control policial del tránsito y el proceso de juzgamiento a los responsables de los accidentes de tránsito.
El propósito es impedir la impunidad.  

Ejecutar proyectos  específicos para los ciclistas. Por ejemplo, en el parque que se construirá en el actual aeropuerto Mariscal Sucre, se ampliará la red de chaquiñanes y ciclorrutas.

Establecer  modificaciones a la estructura legal del Municipio, en el sentido de plantear dos ordenanzas: una de seguridad vial y otra para declarar como zonas de seguridad los chaquiñanes y ciclovías.

Conformar una  comisión especial permanente tripartita, integrada por representantes del Municipio, concejales y colectivos urbanos.

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