Las personas que se encontraban en los edificios de la av. Amazonas, al norte de la ciudad, salieron a las calles. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Casi un cuatro de siglo después, Quito volvió a estremecerse con un temblor de gran magnitud.
El 10 de agosto de 1990 se presentó un sismo de 5 grados en la escala de Richter. El epicentro fue la parroquia Pomasqui, en el nororiente.
El saldo lamentable fue tres personas muertas, 417 familias damnificadas y 900 viviendas afectadas en las zonas de Pomasqui, San Antonio de Pichincha y Calderón.
El temblor de ayer, 12 de agosto, (a las 14:57) tuvo una intensidad de 5,1 grados y fue superficial, informó Mónica Segovia, sismóloga del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Hasta las 20:00 no se tenía una cifra clara de la localización de la profundidad. El Geofísico dio dos datos preliminares: 1,99 kilómetros y 5 km de profundidad. Segovia manifestó que estos datos pueden variar, conforme vayan recibiendo más datos del fenómeno telúrico.
A las 15:02, le siguió la primera réplica de 4,3 grados, con una profundidad de 5 km.
El epicentro se ubicó en el este de Calderón, una parroquia del norte de Quito, específicamente bajando al sector de Guayllabamba, en los alrededores del sector de Collas, yendo a Imbabura.
Hasta el cierre de esta edición, Segovia comentó que se registró la ocurrencia de dos decenas de réplicas. La mayoría fue de 3 grados y casi imperceptible, pero a las 18:15 hubo una de 3,7 grados, que fue sentida por la población.
En San Miguel se registró uno de los deslizamientos de tierra ocasionados por el temblor. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Hasta las 18:00, la página web del Geofísico identificó en un mapa esos puntos, resaltados con color verde. Tanto el sismo de ayer como el de 1990 son considerados tectónicos, que quiere decir que se produjeron por una falla geológica activa, sobre la cual se asienta la capital de los ecuatorianos.
La sismóloga del Instituto Geofísico explicó que el temblor y sus réplicas ocurrieron por el movimiento de uno de los ramales del Sistema de Fallas de Quito, situado en el este y que atraviesa la capital de norte a sur. Por esa condición, los sismos fueron sentidos en toda la ciudad.
El primer remezón se sintió también en Ibarra, Tena, El Chaco, Otavalo, Santo Domingo de los Tsáchilas, Urcuquí, Esmeraldas, Baños, El Carmen, Guaranda, Guayaquil, Latacunga y Tulcán. Algunas personas contaron que fue como un sacudón. En Quito, duró varios segundos.
Luego del temblor y su primera réplica se formó una espesa nube de polvo, por causa de los deslizamientos.