141 271 viajes en taxi se realizan a diario en la capital, según la Encuesta de Movilidad del Distrito Metropolitano de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
La oferta de taxis en la urbe es considerada amplia, por dirigentes del gremio regularizado y especialistas en transporte. En teoría, hay 6,2 unidades amarillas legales por cada 1 000 habitantes de la capital.
En el Distrito 15 500 taxis están autorizados para prestar el servicio a 2,5 millones de habitantes. Pero la mayoría de personas no se moviliza en este medio de transporte.
En promedio, en taxi se hace el 3,3% del total de viajes diarios, es decir son 141 271 desplazamientos de los 4,2 millones, según la Encuesta de Movilidad del Distrito Metropolitano de Quito.
Aparte de los taxis legales, para octubre del 2016 se estimaba que unas 6 517 unidades informales circulaban en las vías de la capital. Y aunque la cifra real está por definirse, los propietarios de estos vehículos tienen la expectativa de acceder a un cupo legal, pero esto todavía es incierto.
El estudio sobre la oferta y la demanda del servicio de taxis que se realiza en Quito no implica, en sí, un nuevo proceso de regularización. Sergio Garnica, concejal independiente e integrante de la mesa de diálogo sobre el taxismo, mencionó que el diagnóstico se realiza por disposición de la Ordenanza 047, que viabilizó en el 2011 la incorporación de 6 400 unidades amarillas.
El propósito de este estudio es conocer cuál es la situación integral del taxismo. Se analizará la demanda, la oferta, la cobertura, el nivel del servicio. Los resultados se entregarán hasta este 26 de abril, informó la Secretaría de Movilidad.
En el supuesto caso de que el estudio determine la necesidad de regularizar más taxis, la propuesta será analizada en el Concejo Metropolitano, en función de las necesidades de los usuarios. El informe sobre los resultados de la oferta y la demanda del taxismo no es vinculante, sostuvo Garnica.
Basados en su experiencia, los dirigentes de la Unión de Operadoras de Transporte en Taxis de Pichincha, Carlos Brunis; y de la Unión de Operadoras de Taxis de Pichincha, Paco Velasco; expresaron que no se deberían incorporar más unidades amarillas.
Ellos sustentan su argumento en la media establecida durante la administración del exalcalde Paco Moncayo. Entonces, la premisa era contar con 3 000 taxis por cada millón de habitantes. “La ciudad está muy congestionada, no se puede incorporar un número significativo de taxis. Hay que ser coherentes”, precisó Brunis.
El parque automotor de Quito asciende a 500 000, de estos el 3% son taxis convencionales (15 500). Esta cifra es menor si se compara con otras ciudades del continente. Por ejemplo Nueva York –con 8,4 millones de habitantes- tiene 12 000 taxis y Curitiba –con 1,8 millones- cuenta con 2 500, refirió César Arias, especialista en Transporte y Movilidad.
Esta ‘sobreoferta’ de taxis que existe, actualmente, en el Distrito, es constatada a diario por los conductores de las unidades amarillas convencionales. Velasco estimó que en las vías, el conductor de un taxi legal compite con cinco informales, al momento de tomar una carrera. Esto ha tenido un impacto negativo en sus ingresos: pasaron de percibir alrededor de USD 35 diarios a 20.
La competencia informal se justifica, en parte, porque de alrededor de 18 000 personas inscritas para el proceso de regularización del 2011, ingresaron apenas 6 400, manifestó Fernando Valdez, presidente de la Unión Nacional de Taxis Ejecutivos del Ecuador. “Existen personas que están a la espera de un cupo formal por más de cinco años”.
Además, según Valdez, el taxi ejecutivo (que toma pasajeros solo mediante llamadas telefónicas) necesita unidades, hay zonas que no tienen cobertura y persisten las falencias en el trato al usuario, de parte del servicio tradicional.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) las faltas más recurrentes cometidas por los conductores de taxis, de enero del 2016 a la fecha, son: no usar taxímetro (1 174 sancionados) y negarse a prestar el servicio (64).
Para mejorar la calidad del servicio, los dirigentes del gremio plantean fortalecer la capacitación para los socios. Pero, a la vez, solicitan a la AMT radicalizar los controles en contra de quienes operan al margen de la Ley. Este tema será discutido mañana en la mesa de diálogo con el taxismo.
La presencia excesiva de taxis tiene un impacto negativo en la ciudad, porque genera mayor congestión vehicular, causa más contaminación ambiental y se opone a la política de fortalecimiento del transporte público, precisó César Arias.
Además, agregó que el índice de ocupación de este sistema es “ineficiente”. En promedio en cada taxi viaja una persona por carrera, mientras que en un auto particular van 1,5 personas y en un bus, 90.
En contexto
Los estudios sobre la oferta y la demanda de taxis se hacen por disposición de la Ordenanza 047, que permitió la regularización de 6 400 unidades en 2011. En esta se fijó un lapso de cinco años para analizar la situación del taxismo, pero existen propuestas para cambiar este plazo.