¿Aforos en restaurantes, centros comerciales, gimnasios... cambian con nueva resolución municipal en Quito?

Los centros comerciales de Quito pueden trabajar con un aforo del 50%. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Los centros comerciales de Quito pueden trabajar con un aforo del 50%. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Los centros comerciales de Quito pueden trabajar con un aforo del 50%. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

En Quito, los centros comerciales, restaurantes, entidades bancarias, supermercados, centros de abasto, entre otros, debieron reducir su aforo para poder trabajar respetando el distanciamiento recomendado. Actualmente, pueden hacerlo al 50% de su capacidad. La medida, que se mantiene vigente desde el 13 de septiembre de 2020, no ha variado los últimos meses y se extenderá, según la Alcaldía, mientras el riesgo de contagio de covid-19 siga en la capital.

Las restricciones se iniciaron a partir del 16 de marzo del año pasado, cuando luego de la llegada del virus al país, el presidente Lenín Moreno declaró el estado de excepción en todo el territorio ecuatoriano. Los únicos negocios que podían permanecer abiertos fueron las tiendas de barrio, los mercados y supermercados, bancos y las entidades de salud. En el caso de Quito, se emitió la Resolución 022, que suspendía la Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE) para negocios y el comercio autónomo.

A partir del 3 de junio de 2020, con el paso a semáforo amarillo, se derogó esa resolución, con lo que los establecimientos, poco a poco, se empezaron a reactivar, excepto discotecas, bares, karaokes, cantinas, billares, centro de diversión nocturna y casas de tolerancia y similares, que hasta el momento, tienen prohibición.

La última resolución (número 009) que emitió la municipalidad el 12 de febrero pasado no precisó ningún cambio en cuanto al aforo de negocios ni transporte público. El documento dispuso que se deroguen dos resoluciones anteriores: la 004 y la 006, que hablan básicamente de restricción vehicular, no de aforos. La normativa que rige en ese tema en Quito sigue siendo la Resolución A060.

Esta, además de establecer que los centros comerciales, supermercados, mercados, agencias bancarias, cooperativas y restaurantes de todo tipo pueden trabajar con un aforo del 50%, aclara que los cines, teatros y auditorios deberán hacerlo al 30%.

Esa misma normativa establece que los negocios interesados en aumentar el aforo podrán presentar propuestas de planes piloto ante la Secretaría de Salud de Quito que incluyan medidas de bioseguridad y los protocolos que se aplicarían.

El documento dice que la Secretaría evaluará la propuesta y emitirá, en cada caso, un informe en el que se recomiende la aprobación o enmienda del plan piloto. Los gimnasios aplicaron ese plan y lograron reabrirse. Actualmente, trabajan al 30% del aforo. Por otro lado, los clubes nocturnos también hicieron el piloto, pero no pasaron los controles y debieron volver a cerrarse.

La resolución A060 establece que aquellos negocios que incumplan la normativa serán sancionados con una multa de hasta 15 Salarios Básicos Unificados, es decir USD 6 000.

El aforo en el sistema de transporte público tampoco se ha modificado. La Empresa Metropolitana de Pasajeros de Quito informó que al momento las unidades trabajan al 50% de su capacidad. El año pasado, en marzo, se suspendió el servicio para tratar de frenar la propagación del virus, en el marco de la declaratoria del estado de excepción.

A partir del 19 de agosto, se trabajó con el 75% de aforo tal como lo dispuso el COE nacional. Pero desde del 22 de agosto en Quito se retomó el 50% de aforo en las unidades con el fin de evitar que los pasajeros viajen saturados.

Es decir, actualmente, un trolebús puede circular con 80 usuarios, mientras los biarticulados pueden trasladar simultáneamente a 120 personas. Únicamente los buses interprovinciales pueden trabajar con el 75% de su capacidad.

Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), considera que mientas la pandemia siga y la población no esté inmunizada, los negocios deben mantener los aforos reducidos. “Lo que nos genera problemas es la restricción vehicular. Las autoridades deben entender que no se debe atacar a los negocios formales, es en la informalidad donde está el problema”.

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