En el barrio 4 de Agosto de la Ciudadela Ibarra, en el sur, la maquinaria del Municipio inició ayer la repavimentación. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
La maquinaria pesada levantó el pavimento deteriorado en la avenida Martha Roldós y la calle Oleoducto, del barrio 4 de Agosto de la Ciudadela Ibarra, en el sur de Quito. Lo hizo ante la mirada de las autoridades y vecinos durante la inauguración del plan de repavimentación vial kilómetro a kilómetro, que empezó ayer 9 de septiembre del 2019.
Los trabajos se ejecutan en cinco fases y beneficiarán a más de 700 000 personas, de 187 barrios, en una extensión de 110 kilómetros. A las 10:24 de ayer, el alcalde Jorge Yunda dio la orden a los trabajadores para arrancar con la repavimentación. Dijo que hay 14 frentes de trabajo que continuarán durante sus cuatro años de gestión. Empresas públicas y privadas intervendrán el reasfaltado, como es el caso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Mauricio Rosales, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), manifestó que las compañías privadas Herdoíza Crespo y Técnica General de Construcciones también se encargarán de las obras, tras ganar los concursos de licitación. “Todo está financiado por el Municipio de Quito, el aporte de ellos es que son proyectos sin anticipo, que se van a ir pagando conforme avancen los trabajos”.
“Son contratos de USD 7 millones (…) Son empresas que están habilitadas en el portal de compras públicas. Obtuvimos un ahorro de USD 1,7 millones, porque hemos adjudicado a las firmas con menor valor, que cumplieron con todas las especificaciones y nos garantizan calidad en el trabajo”, acotó el funcionario. Se prevé que en las próximas semanas ya intervenga el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
En total, las tareas tomarán ocho meses y se invertirán USD 41 millones. En esta primera semana se identificaron 10 frentes de obra y se intervendrán los primeros 17,36 kilómetros de pavimento asfáltico y hormigón. Rosales explicó que en el momento se trabaja en La Ecuatoriana, Martha Bucaram de Roldós, avenidas Simón Bolívar, Mariscal Sucre, El Inca, corredor del Trolebús, De los Nogales, De los Cedros y la calle Chimborazo, en el Centro Histórico.
Para garantizar la movilidad, no todos los carriles de las vías se cerrarán completamente. Es decir, uno permanecerá abierto y se habilitarán contraflujos.
Actualmente, en la avenida Simón Bolívar se trabaja en el sur y en el corredor del Trolebús, a la altura de la estación de El Recreo. En la intersección de las avenidas El Inca y Las Palmeras, en el norte, la maquinaria llegó antes de las 08:00.
Los obreros de la Epmmop colocaron cinta amarilla y los carros fueron desviados por la calle de Las Palmeras en dirección al sur. Desde sus casas y negocios, los moradores y comerciantes observaban cómo se instalaban los equipos.
Shirley Macías es dueña de un restaurante. A su juicio, los trabajos de reasfaltado representan un beneficio para la ciudad. Sin embargo, le preocupa que bajen las ventas de su negocio, por la escasa afluencia de automotores y gente. Lo mismo opinaron los propietarios de otros negocios de la zona, como cerrajerías o tiendas.
El taxista Roberto Castillo manifestó que es necesaria la intervención en las vías, pero le preocupa que va a perder un día de trabajo por la restricción vehicular Hoy no Circula. “Son USD 60 que percibo por mi trabajo, desde temprano hasta la noche”.
El alcalde Yunda anticipó que se invertirán USD 800 millones de cara a los próximos cuatro años de gestión. “Está planificado un presupuesto plurianual, nunca se había hecho”. En ese sentido, Rosales especificó que ese monto servirá para todo tipo de obras viales, como intercambiadores, túneles, entre otros.
Los vecinos de la Ciudadela Ibarra y de La Ecuatoriana se emocionaron por el inicio de las obras de reasfaltado.
Nancy Rosas, moradora del barrio La Ecuatoriana, agradeció a las autoridades. Manifestó que anteriormente la avenida Ecuatoriana era una utopía para los moradores del sector.
“Ahora, con el programa de repavimentación, es una realidad”. Pidió a Yunda que también considerase todos los vecindarios de esa zona, incluidos los que se ubican en las faldas del cerro Atacazo.