Quito está en la mira de los partidos y alianzas

Las tiendas políticas buscan reforzar sus equipos con figuras oriundas de la capital. Fotos:Galo Paguay y Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Las tiendas políticas buscan reforzar sus equipos con figuras oriundas de la capital. Fotos:Galo Paguay y Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Las tiendas políticas buscan reforzar sus equipos con figuras oriundas de la capital. Fotos:Galo Paguay y Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Pichincha es la segunda provincia con mayor cantidad de electores, después de Guayas. Según el último padrón electoral (elecciones del 2014), 2,1 millones de votantes están en Pichincha. De ellos, 1,9 millones corresponden a Quito, lo que equivale al 87,7% del total provincial. Por ello, la capital ha sido -históricamente- uno de los objetivos políticos para los partidos.

El analista político Simón Pachano señala que, además, es una ciudad politizada por ser la capital; ahí están los principales poderes del Estado y su población tiene un alto interés en la política. “Los partidos dan importancia a las figuras que pueden salir de allí”.

Aunque aún no hay listas de candidatos definidas, ya se ven las primeras señales de acercamientos al electorado quiteño. Sobre todo de las fuerzas que tienen mayor presencia en la Costa. Es el caso de la Convergencia Democrática por la Unidad, a través del Partido Social Cristiano, de Jaime Nebot y Cynthia Viteri, y de Compromiso Ecuador, con la tienda Creo, de Guillermo Lasso.

Pachano recordó que lo usual en Quito ha sido una votación orientada hacia la centro-izquierda. En su momento, la ocupó el oficialismo con su propuesta de Revolución Ciudadana y, además del triunfo electoral del presidente Rafael Correa, había alcanzado la Alcaldía con Augusto Barrera, con un 43% de votos, en el 2009. En el 2014, Barrera solo consiguió el 38%, frente al 59% del burgomaestre ahora en funciones, Mauricio Rodas.

Hasta ahora, la única alianza de esa tendencia es Acuerdo Nacional por el Cambio. Allí, en el momento, hay tres precandidatos que no son quiteños: ­Enrique Ayala Mora (Imbabura), Lourdes Tibán (Cotopaxi) y Lenin Hurtado (Guayas).

Cerrar filas por una carta quiteña dependerá de varios factores, entre ellos dos resoluciones de la Izquierda Democrática: si se suman al Acuerdo y si proponen un precandidato capitalino.

Los nombres que suenan como opcionados para ese puesto son el del general (r) Paco Moncayo, exalcalde de la ciudad, y el de la exasambleísta constituyente María Paula Romo. Ella prefiere no hablar de postulaciones, para evitar fisuras en las alianzas. Moncayo es el coordinador del Acuerdo.

En una reciente visita a la capital, el precandidato presidencial Guillermo Lasso confirmó que había dado su palabra a Quito de que su binomio presidencial sería de la ciudad.

Aún no ha revelado nombres, pero solo en las últimas dos semanas, Lasso recorrió un centro comercial del ahorro, en el Centro Histórico, y se reunió con el concejal Fabricio Villamar y otros ediles que proponían construir una agenda legislativa, que incluyera temas urbanos para la realidad quiteña.

Otra figura que participa en todas las reuniones de Compromiso Ecuador es la exconcejala y exreina de Quito Macarena Valarezo, que previamente llegó al Municipio con el auspicio del Partido Social Cristiano (PSC).

SUMA, importante por ser del alcalde Rodas, también está en la mira de las fuerzas de Guayaquil para lograr una alianza electoral.

Aunque Rodas estuvo entre los fundadores de Unidad, los directivos de SUMA también se han reunido con Compromiso Ecuador, de Lasso. Pero aún no han decidido a quién apoyarán finalmente.

Para el analista Francisco Huerta Montalvo, la búsqueda de figuras en Quito es natural, primero porque la ciudad no solo es importante política sino también económicamente. Pero, además, porque ya hay precandidatos presidenciales de la Costa, como ‘Dalo’ Bucaram, Lasso, Hurtado y Viteri. Lo usual es buscar equilibrio con binomios de Quito o de la Sierra para los comicios.

Mientras tanto, la Unidad también trata de sumar apoyo con la reciente adhesión del movimiento de César Montúfar, Concertación. Además, el PSC tiene una nueva figura en sus filas: la también exreina de Quito, Paola Vintimilla.

Ante la pregunta de si ella será candidata a asambleísta, respondió que es cercana al socialcristianismo, que apoya a la Unidad y que luego se decidirá en dónde la ubican.

Valarezo y Vintimilla son recordadas por su corona. Pero Pachano señala que en Quito la gente famosa no suele tener fuerza mayor en las urnas, sino más bien aquellas con trayectoria política.

Por ello, explica que el panorama se perfila mejor para gente como Moncayo, Romo o ciertas cartas del oficialismo, como el legislador Virgilio Hernández, quienes se han dado a conocer con un perfil más político.

Huerta agrega que la tendencia de sumar figuras de este tipo no es nueva, pero considera que deberían priorizarse nombres que tengan formación política e intelectual y que la experiencia en el ámbito es fundamental para posicionarse.

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