4 de 7 parroquias no logran disminuir casos pese al control en Quito

En Iñaquito se observan filas y movimiento de gente en dependencias del Estado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

En Iñaquito se observan filas y movimiento de gente en dependencias del Estado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

En Iñaquito se observan filas y movimiento de gente en dependencias del Estado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Siete meses han transcurrido desde que las autoridades priorizaron los controles en las siete parroquias de Quito que presentaban más casos: Cotocollao, Chillogallo, La Magdalena, Guamaní, Belisario Quevedo, el Centro Histórico y Calderón.

Sin embargo, hoy solo las cuatro primeras continúan dentro de las siete zonas que registran más incidencia del virus, las otras tres, en cambio, lograron reducir el número de positivos por cada mil habitantes. 
En su lugar, otras tres nuevas parroquias se sumaron: Iñaquito, Chimbacalle y Chavezpamba.

Francisco Pérez, director de Políticas de la Secretaría de Salud, dice que la situación socioeconómica influye en el número de casos. “La mayoría de las zonas con más incidencia están en la periferia. Quienes tienen menos cobertura sanitaria, menos dinero y menos fuentes de trabajo están más expuestos al contagio”, explica.

El funcionario señala que el indicador que evidencia la realidad de una parroquia es la tasa de incidencia. Esto, porque esa cifra se calcula con base en el número de habitantes y no solo con el total de casos confirmados.
Chillogallo es uno de los sectores que no ha podido reducir su número de contagios ni la tasa. No obstante, en esa parroquia, ayer a las 09:20, la presencia de gente en la calles fue reducida.

No se observaban aglomeraciones ni vendedores informales en la avenida ­Mariscal Sucre ni en otras vías principales.

Sin embargo, aún hay calles a las que los moradores identifican como problemáticas. Una de ellas es la Manuel Coronado. Allí, en cada esquina hay un puesto de venta de comida, de legumbres o frutas. La mayoría se ubica en la calzada.

Verónica Rengifo vive en el sector. Dice que hay más inconvenientes los martes y los fines de semana. Los comerciantes autónomos llegan en mayor cantidad y se producen aglomeraciones.

Iñaquito, que no fue considerada desde un inicio como zona conflictiva, hoy aparece en segundo lugar con 108,66 casos confirmados por cada
1 000 habitantes. El incremento de contagios en esa zona aumentó desde la última semana de diciembre.

Pérez señala que esa parroquia es “el corazón financiero” de Quito. Allí hay mucho dinamismo, porque se ubica la mayoría de comercios, centros comerciales y ­muchas oficinas.

A las 10:00 de ayer, por ejemplo, en la esquina de la Naciones Unidas y Amazonas, se veía un grupo de al menos 30 personas a las afueras del Registro Civil. Varios eran comerciantes. También se observaba una larga fila en los exteriores del Complejo Judicial Norte.

De las parroquias priorizadas en julio, Calderón es una de las que ha podido salir de las siete con la mayor tasa de incidencia. Allí hay 29,54 casos por cada 1 000 habitantes. Está en el puesto 20.

El Centro Histórico mejoró su situación pero aún se encuentra dentro de las 10 más afectadas. Las cifras del ECU-911 muestran que el Centro Histórico es el sector donde más aglomeraciones ocurren. Desde marzo, allí se han registrado 4 763 alertas, de un total de 12 564.

Esa parroquia también es la de mayor número de alertas sobre libadores (2 359). Le siguen La Magdalena con 1 842 y Chimbacalle con 1 614.
Según la Agencia Metropolitana de Control, en Quito se han iniciado 400 proceso de sanción por esa falta.

César Díaz, secretario de Seguridad, señala que se hacen controles en las nueve administraciones zonales; sin embargo, más allá de los operativos, es importante que la gente cumpla con las medidas de bioseguridad.
Entre el 1 de enero y el 17 de febrero pasados, esa entidad realizó 2 620 operativos.

14 fiestas clandestinas fueron suspendidas.

El viernes pasado, el Municipio retiró la restricción a la venta de licor y el horario reducido de atención de comercios; además, flexibilizó la movilidad de los autos.

Según Díaz, los controles continuarán y recordó que se mantiene la prohibición de apertura de centros de entretenimiento nocturno y de eventos públicos. Los operativos se concentrarán en el respeto a los aforos.

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