El cuerpo de la mujer cayó a un costado de un auto parqueado, en la calle Checa y Juan de Salinas. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
En las calles Checa y Juan Salinas, en el centro norte de Quito, una mujer, de 46 años, cayó del quinto piso de un edificio. Ayer (4 de enero) todavía no se contaba con datos oficiales sobre el hecho.
Sin embargo, la tarde de este martes 5 de enero se supo que la mujer se llamaba Sandra Flores. Además, que habría padecido esquizofrenia, de acuerdo con la versión de un familiar, registrada por los agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased). El pariente también contó que la señora seguía un tratamiento psiquiátrico y que presuntamente su condición de salud pudo incidir en el suicidio.
Más tarde en Medicina Legal, en las avenidas Mariana de Jesús y Mariscal Sucre, se habría confirmado como causa de muerte el suicidio, informó la Dinased. El cuerpo de la mujer cayó junto a un vehículo que se encontraba estacionado en la calle Checa, a pocas cuadras de la Prefectura de Pichincha. Se trata de una de las calles que conduce a la avenida 10 de Agosto, está muy cerca de la matriz del IESS y también del Instituto Nacional Mejía. Por eso el suceso causó conmoción entre caminantes y vecinos.
La tarde de este martes, Patricio Borja, propietario de ese vehículo acudió al sitio para averiguar y pedir información sobre los familiares de la fallecida. La razón: Borja busca que le cancelen USD 500 por los gastos que debió cubrir para reparar su vehículo, golpeado en la parte lateral derecha tras la caída de la mujer.
Borja explicó que pidió el número de teléfono de alguno de los hermanos a los inquilinos de la propiedad en donde habitaba la víctima. Sin embargo, no ha obtenido una respuesta.
Borja contó que conocía a la mujer pues con frecuencia estacionaba su vehículo en esa calle, ya que toma un curso intensivo de Contabilidad a unos pasos de este sitio.
Sonia Escobar, inquilina del inmueble en donde habitaba Flores, recordó que en los ultimas días la había visto inquieta. Recordó que el 31 de diciembre pasado había lanzado desde el balcón varías prendas de ropa. Además dijo que ella “solía ahuyentar a los ladrones, en especial en la noche”. “Se la veía sola”, refirió Escobar. Tenía nueve hermanos, sin embargo vivía sola. El dato no pudo ser confirmado.
Además, Escobar recordó que Flores tenía momentos de lucidez, en las que bajaba del quinto piso donde habitaba, compraba víveres y los pagaba. Esta mujer y otros vecinos se llevaron una fuerte impresión al ver caer a Sandra. Enseguida llamaron a un organismo de socorro. Les preocupó ver que la señora no se movía.