En Fundación Nuestros Jóvenes, quienes llaman pueden acercarse a las oficinas para atención personalizada. Jenny Navarro /El Comercio
El teléfono suena y una voz tranquila contesta la llamada: “Teléfono amigo… En qué le puedo ayudar” es una de las frases que escuchan decenas de personas qué llaman a las diferentes líneas de ayuda que funcionan en la urbe. Aquí los interlocutores pueden hablar de diversos temas.
La sexualidad, la violencia de género, las adicciones son algunos de los problemas personales que se discuten a través del teléfono. La dinámica es sencilla. Una persona marca uno de los números de ayuda. Al otro lado, un voluntario o trabajador toma la llamada e inicia la conversación. Son de dos tipos: quienes directamente atienden y aquellos que envían la comunicación a un profesional o centro de apoyo.
Este Diario realizó una búsqueda de las entidades que prestan este servicio. En total se contabilizaron cerca de nueve centros que tienen líneas telefónicas especializadas para guiar a los usuarios. De estas cuatro son públicas: (Prefectura de Pichincha, Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), Casa Tres Manuelas y los centros de equidad y justicia); los otros 5 son privados.
En este último grupo está la Fundación Teléfono Amigo (2906 030 / 2906 060). En una pequeña oficina ambientada con música instrumental, dos voluntarios atienden las cerca de 15 llamadas que se reciben al día. En su mayoría las personas conversan sus problemas sentimentales: separaciones conyugales, soledad y problemas con drogas o alcohol, sexualidad y demás. Por lo que las llamadas se extienden entre 15 minutos y una hora y media.
En este lapso, los cerca de 30 voluntarios, quienes prefieren mantenerse en el anonimato, preguntan, escuchan y recomiendan situaciones y especialistas. Uno de ellos contó que la mayoría busca un oído que escuche sus problemas. “Quieren simplemente conversar sin ser juzgados”.
En este lugar se recopila una serie de historias y experiencias. Por ejemplo, han recibido llamadas en las que se busca pareja o personas que aseguran que se van a suicidar. En este último caso, los voluntarios tranquilizan a la persona y le recomiendan un especialista.
En los tres últimos años, esta Fundación, que atiende los 365 días del año, ha recibido4 169 llamadas. En la mayoría están mujeres entre 21 y 50 años (ver infografía). La atención va de 09:00 a 23:00. Su trabajo se financia, principalmente, con donaciones y cooperación de los voluntarios.
Otro de los espacios es la Fundación Nuestros Jóvenes (2449 650). Hace unos 20 años se desarrolló el servicio conocido como Informa-T, Ayuda-T. Este ha pasado por varias etapas: desde colocar grabaciones sobre temas juveniles hasta atender personalmente a los usuarios para que sean atendidos por personal especializado en psicología, principalmente.
Paulina Cáceres, directora ejecutiva, aseguró que se tomó esta decisión, ya que es necesario que la persona que llama se acerque a la Fundación para que converse con los especialistas. “No damos consejería telefónica damos un asesoramiento para que se acerquen a nuestros profesionales”.
Entre los temas que se discuten por el teléfono están, sin duda, el embarazo adolescente, el uso de drogas, la violencia de género y, en los últimos años, el ‘bullying’. Pero eso no es todo. Estos temas, también, se debaten en Facebook.
Alejandra Delgado, socióloga y catedrática de la Universidad Católica, aseguró que las personas le apuestan a este servicio por dos situaciones. Una está relacionada con la complejidad de los problemas sociales y de la vida afectiva de las personas. El otro está vinculado al debilitamiento de los lazos sociales y a una creciente individualización del ser humano. Lo que trae como consecuencia que en el seno de la familia ya no se pueda solucionar un sinnúmero de problemas.
La docente indica que, incluso, han aparecido varios programas radiales, en el que las personas cuentan sus problemas y vivencias en vivo. “Lo hacen como una forma de desahogo a sus problemas”.
En otros espacios, también, se ofrecen estos servicios telefónicos. El Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas puso a disposición la línea 1800 Consep (266 737). En esta línea gratuita podrá obtener información sobre los centros de rehabilitación privados y públicos, orientación familiar por consumo de alcohol y otras drogas, entrega de material informativo para organizaciones, instituciones educativas…
Además está la línea de auxilio 1700 Mujeres (767 685),
desarrollada por la Prefectura de Pichincha. Fue creada en 2013 y se tratan temas de violencia intrafamiliar, maltrato físico, psicológico, laboral sexual y demás. Estos temas también se pueden abordar en la línea de la Casa Tres Manuelas (2291 855).
A estos se suman: el Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), 2546 155; el Centro Médico de Orientación y Planificación Familiar (Cemoplaf), 2230 519; la Corporación para la prevención de embarazos no deseados ecuatoriana (Copprende), 2903442; y Aprofe, 245 2060.