Hospital temporal se arma en el Bicentenario, en Quito

El secretario de Salud, Lenín Mantilla, y la administradora, Natalia Recalde, inspeccionaron ayer tarde el segundo piso. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El secretario de Salud, Lenín Mantilla, y la administradora, Natalia Recalde, inspeccionaron ayer tarde el segundo piso. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El secretario de Salud, Lenín Mantilla, y la administradora, Natalia Recalde, inspeccionaron ayer tarde el segundo piso. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Para la última semana de abril se prevé tener listo el Centro de Atención Temporal Quito Solidario, con capacidad para 370 camas. El avance de la obra es del 60%.

Se trata de un hospital acondicionado en el contexto de la emergencia sanitaria y será un centro de referencia y contrarreferencia para atender pacientes con covid-19, con sintomatología leve hasta moderada, que sean enviados por el Ministerio de Salud.

Los trabajos se iniciaron hace dos semanas en el Centro de Convenciones Metropolitano de Quito, ubicado en el norte.

Lo primero fue retirar mobiliario y alfombras y hacer una limpieza. Luego se cubrieron con pintura epóxica paredes y pisos, para que el aseo y sanitización resulten más sencillos.

Natalia Recalde, administradora General del Municipio, está a cargo de la medicalización de este edificio. Explica que hoy, una cuadrilla de 40 personas se encargará de colocar el sistema eléctrico para todo el equipamiento médico. A la par, otros técnicos trabajarán en la instalación de las tomas de oxígeno para el lugar.

El fin de semana, miembros de las Fuerzas Armadas ayudaron a instalar las camas donadas por el Ministerio de Salud, y los colchones, que llegaron por intermedio de la Cámara de Comercio. Además de las camas para los pacientes, se acondicionarán 34 que serán para médicos, enfermeras y auxiliares que laborarán allí.

Recalde señala que el personal será designado por el Ministerio de Salud. Pero de ser necesario, el Municipio asignará a personal a su cargo para colaborar y, eventualmente, podría contratar más apoyo.

La funcionaria hace énfasis en que se trata de un centro de referencia y contrarreferencia, pues los pacientes no podrán acercarse directamente a pedir atención. Ellos llegarán según designe el Ministerio de Salud. Otra forma será mediante el comité de 40 profesionales que está trabajando en el cerco epidemiológico y que a diario monitorea los síntomas de los pacientes confirmados con covid-19.

Si existieran complicaciones, también se está acondicionando un centro médico municipal en La Ofelia. Allí habrá 25 salas de ventilación. No se trata de áreas de terapia intensiva, puntualiza Recalde, sino de sitios donde se estabilizará a los pacientes que así lo requieran, hasta que se recuperen o hasta que la Cartera de Salud los derive a un hospital.

Ayer, el secretario de Salud del Municipio, Lenín Mantilla, ofreció un informe sobre el trabajo de esa unidad ante el Concejo Metropolitano de Quito, que tuvo su sesión ordinaria de manera virtual.

Explicó que se está empezando a construir paredes que servirán para dividir las camas en el hospital temporal, que contará con 200 en la planta baja y 170 en el segundo piso. Lo que falta, dijo, es recibir donaciones de lencería (sábanas, almohadas, fundas de almohadas, cobijas y sobrecamas).

El Municipio calcula que en este proyecto en general participen unas 400 personas. Cuando esté listo, este centro de atención contará con estaciones de enfermería, un espacio para toma de muestras de laboratorio (para procesar en los lugares certificados) e incluso espacios lúdicos.

También un área psicológica para atención y seguimiento de pacientes, un área de descanso para el personal sanitario, bodega de insumos, zona de catering, área de servicio, instalaciones eléctricas, de oxígeno, entre otros.

Además, se prevé un espacio para la sanitización de personal médico, administrativo y de los pacientes al entrar y salir. Está pendiente también instalar duchas móviles. Recalde indica que el personal trabaja 24 horas al día, en tres turnos, pero no se ha podido aumentar la velocidad en la medicalización del edificio, porque las restricciones de horarios de trabajo en ciertos lugares y el toque de queda limitan la provisión inmediata.
Paralelamente, la Secretaría de Salud trabaja en las pruebas. Está previsto que cada semana lleguen entre 50 000 y 60 000 hasta completar las 200 000 que está importando el Municipio capitalino.

Mantilla afirma que las primeras 5 000 que llegaron el lunes deben pasar por validación de la autoridad sanitaria. Además, debe firmarse el convenio con la Universidad Central, que desde el sábado tiene un laboratorio certificado para realizar pruebas covid-19. Se trabaja con el Inspi para capacitar al personal que tomará las muestras en territorio, entre el que se encuentran 20 nutricionistas. La técnica nasofaríngea y los protocolos serán los que aplica el Inspi.

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