En la construcción de las estaciones del Metro de La Magdalena y El Labrador (fotografía) se invirtieron USD 87 millones. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO
Mientras se concreta la construcción de toda la obra subterránea del Metro, en la superficie empezarán a confluir troles, articulados y buses convencionales. De esta forma se habilitará una parte del sistema de transporte intermodal previsto para el Distrito (varios servicios de transporte).
Durante un recorrido que se realizó, ayer, en la estación de El Labrador, en el norte, el alcalde Mauricio Rodas informó que en estas dos paradas se harán adecuaciones para que en un plazo, de entre cuatro y seis semanas, los usuarios de transporte público empiecen a utilizar los distintos servicios de transporte que se ofertarán en estas infraestructuras.
A El Labrador está previsto que se traslade la Estación de La Y del Trole. A La Magdalena llegarán las unidades del Corredor Sur Occidental, según el diseño de transporte integrado del Distrito. La entidad encargada de realizar las obras complementarias (equipos de cobro, venta de pasajes y señalización) para hacer el traslado será la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Epmtpq). Aún no se conocen detalles del proceso que se llevará a cabo para la mudanza.
Para que este traslado se ejecute, en El Labrador, por ejemplo se requerirá ampliar la red de catenarias (líneas de suministro de energía) y establecer las rutas de transporte que llegarán a esta estación. “Los patios de operación y los talleres de los troles y articulados se mantendrían en La Y”, sostuvo Darío Tapia, secretario de Movilidad.
Las paradas de El Labrador y La Magdalena corresponden a la primera fase del Metro. Estas obras ya fueron entregadas el pasado 30 de abril. Las autoridades del Municipio hicieron, ayer, un recorrido para conocer este proyecto. Aparte del Alcalde, acudieron Fausto Herrera, ministro de Finanzas; Jorge Familiar, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial; Alexandra Pérez, administradora general del Municipio; y Eduardo Del Pozo, concejal de Creo.
En El Labrador se identificaron cinco andenes. Una vez que se realicen las adecuaciones, en estos espacios se podrán embarcar y desembarcar los usuarios en buses convencionales, interparroquiales, articulados y trolebuses. La aspiración es que en este sitio confluyan alrededor de 150 000 pasajeros.
La obra subterránea, donde iniciará la excavación del túnel del Metro, se usará cuando inicie la construcción de la fase dos, que comprende un túnel de 22 kilómetros y 13 paradas.
La segunda fase de la obra está en proceso de licitación. La Empresa Metro de Quito se encuentra en la etapa de renegociación del costo del proyecto.
Mauricio Anderson, gerente de la entidad, explicó que ya se ha extendido la invitación al consorcio Odebrecht-Acciona, que presentó la oferta económica más asequible, para reducir la diferencia de precios. Esto se hará en procesos de diálogo y negociación.
La construcción del Metro de Quito demandará cerca de USD 2 005 millones. Esto es alrededor de 505 millones adicionales al precio referencial de la obra, propuesto durante la anterior administración municipal (1 500 millones).
Para cubrir esta diferencia, el Municipio y el Gobierno Nacional (Ministerio de Finanzas) se encuentran en reuniones permanentes para ir definiendo aspectos relacionados con un posible nuevo crédito. Herrera mencionó que hay el compromiso de entregar las garantías soberanas (aval) y los USD 750 millones acordados para la construcción del Metro.
Transporte
El Alcalde dijo que gradualmente se usarán las estructuras de El Labrador (adonde llegará el trole) y de La Magdalena (buses del Corredor Sur Occidental)