Quito vivió una crisis de recolección durante todo el 2018

Por la falta de recolectores, así se ha recogido basura la mayor parte de este año. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Por la falta de recolectores, así se ha recogido basura la mayor parte de este año. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Por la falta de recolectores, así se ha recogido basura la mayor parte de este año. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los planes para que Emaseo se volviera autosustentable no prosperaron. Mientras la empresa requería en febrero USD 27,8 millones para superar la crisis en la recolección, solo contaba con 3,9 millones.

Entonces, el Municipio de Quito debió inyectar USD 12 millones a la empresa para enfrentar la crisis que afectó a la ciudad especialmente entre fines del 2017 e inicios del año que termina. Centenas de calles amanecieron a diario con montículos de basura acumulada debido a la demora en el servicio de recolección.

Antes, se aplicaron 60 microrrutas en camiones para cubrir las zonas donde se generan desechos orgánicos.

En principio, el dinero se usó para contratar 97 vehículos entre volquetas, plataformas y montacargas para la recolección manual. Luego, Emaseo decidió alquilar recolectores para un manejo técnico de la basura. Sin embargo, tras las protestas del personal de la empresa, el acuerdo con la firma española Valoriza se cayó.

Finalmente, Emaseo compró al consorcio Recobac recolectores de marca Econovo (Argentina) y AMS (Italia). Los camiones costaron USD 15 millones y el contrato por servicios, 58 millones.

En total, hasta abril, la ciudad tendrá 54 recolectores entre nuevos y repotenciados. 28 carros llegaron desde el puerto de Esmeraldas y ya están operando.

La recolección en la ciudad aún no se regulariza, aunque la parte más crítica se superó. El plan ahora es pasar del 66% de puntualidad en el servicio a un 90% en el 2019.

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