Policías y militares controlan los vehículos y personas que circulan en Quito, tras la orden de restricción para que los ciudadanos se queden en sus casas. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
El Municipio de Quito instalará controles sanitarios en los accesos a la ciudad para impedir el contagio del coronavirus entre ciudades, según decidió el jueves 19 de marzo del 2020.
Serán “controles en los puntos de acceso para que, todo aquel que esté viniendo hacia Quito, podamos tomarle la temperatura y evitar este contagio entre ciudades”, confirmó el secretario de Seguridad de la Alcaldía, Juan Pablo Burbano.
El plan, que ya ha comenzado a ejecutarse, consiste en “poner controles de temperatura en las fronteras“, con el fin de que aquellos casos sospechosos sean impedidos de entrar o conducidos a centros de salud.
“Quito ha sido una de las principales ciudades que ha tomado medidas más fuertes con respecto a otras, y los resultados hablan por sí solos”, manifestó el secretario en una entrevista en la Comandancia general de la Policía Metropolitana en Loma de Puengasí.
Y recordó que, gracias a las duras medidas preventivas, en la capital ecuatoriana los casos de contagio apenas llegan a 16, frente a 187 en Guayaquil, la segunda urbe del país.
“La diferencia corresponde justamente a esta restricción a este apoyo de la ciudadanía”, sostuvo.
Después de dos semanas con un número de contagiados de covid-19 controlado, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó la emergencia sanitaria el lunes con restricciones de movimiento a la ciudadanía y, un día después, un toque de queda nocturno que se extiende de las 21:00 a las 05:00 hora local.
Pero el alcalde de Quito, Jorge Yunda, médico de profesión, fue un paso más allá en las medidas y el mismo lunes decretó la suspensión del uso del espacio público, cierre de oficinas públicas e interrupción del transporte, que ahora solo opera en líneas claves para llegar a centros médicos y de abastecimiento.
“El lunes tuvimos una considerable suma de personas que estuvieron realizando su vida cotidiana y generó una alarma en nuestro Alcalde”, se justificó Burbano sobre las restricciones municipales y advertencias de multas que van “desde los USD 300 a los 6 000”.
La Policía Metropolitana no se ha visto hasta ahora en la necesidad de multar a nadie y se limita a “conversar” con la gente para instarlas a que regresen a sus casas.
“Está en juego vidas, no es un tema monetario. Multar es nuestro último recurso. Nuestro interés no es multar”, aseguró Burbano, para quien las multas no son más que una medida “disuasoria”.
En comparación con el lunes, cuando había una actividad casi normal, la capital ecuatoriana ha visto reducida la presencia de personas en las calles de forma drástica y, según el funcionario, “el 90% de las avenidas, carreteras y calles están con muy poco flujo de vehículos”.
En ello ha contribuido tanto el régimen de sanciones como el despliegue de 2 800 agentes por 9 distritos zonales para controlar que solo los vehículos autorizados estén circulando.
Controles en los que policías metropolitanos y soldados del Ejército revisan los salvoconductos y permisos de los conductores.
Un agente de un control en el centro de Quito explicó que se revisa si el conductor pertenece a algunos de los sectores autorizados (salud, alimentación, seguridad etc.). También a camiones de abastecimiento, taxis (según día y matrícula) y emergencias.
Burbano destacó en ese sentido que, con base en los índices de propagación del virus en otras ciudades del mundo, la ciudad se encuentra aún en su “semana crítica“.
“La curva de la primera semana es la más crítica. Es la que estamos ahora. Luego el desarrollo es muy pronunciado, donde el virus no se contiene y se puede llegar a generar una expansión mayor“, explicó.
Y detalló un proceso de cuatro semanas para frenar la difusión del covid-19 que dependen de lo que se haga en la primera.
“Dependerá de las medidas que se tomen a tiempo. Dentro de 14 días esperamos obtener un monitoreo y dar una información más exacta a la población”, a la que alabó por el notorio respeto a las órdenes de quedarse en casa.
“Hubo resistencia en un inicio, pero cuando salen las cifras de cómo está la capital en comparación con otras ciudades en el Ecuador, se aprecia que se han sumado todos a la campaña“, concluyó.
Las autoridades de Salud de Ecuador cifraron este jueves en cuatro el número de fallecidos por el coronavirus y en 260 los contagiados.