En la calle Chile, en el Centro Histórico, se registraron ayer aglomeraciones. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Pese a los esfuerzos desplegados por los militares, policías y agentes metropolitanos en siete de las 32 parroquias, Quito enfrenta un acelerado ritmo de contagios: 11 900 casos hasta ayer 23 de julio.
El viernes 17 de julio el Gobierno ordenó patrullajes conjuntos en los barrios donde se registran más casos y un mayor incumplimiento de medidas de bioseguridad.
Para esta semana estaba previsto que el COE nacional evaluara los operativos realizados en Chillogallo, Guamaní, La Magdalena, Centro Histórico, Belisario Quevedo, Cotocollao y Calderón. Sin embargo, la reunión se aplazó para el lunes 27.
El director del ECU 911, Juan Zapata, adelantó ayer algunos datos. Las cifras relacionadas con libadores, fiestas y aglomeraciones no son positivas. Entre el viernes 17 de julio y el miércoles 22, las emergencias por consumo de licor aumentaron un 46%. Las alertas por aglomeraciones subieron un 123% y por fiestas, un 200%.
En lo que sí se ha observado una disminución es en el irrespeto del toque de queda. “Esos operativos dan resultado. Las llamadas bajaron en un 90% porque al estar la Policía y el Ejército en las siete parroquias la gente se cuida de violar la disposición”.
Ayer 23 de julio, el viceministro de Salud, Xavier Solórzano, señaló que de los infractores en la capital un “78% de las personas no quiere aceptar esos controles de movilidad, no quiere aceptar el uso de mascarilla” y “peor el distanciamiento social, que significa no reuniones, no farras”.
En barrios del sur, centro y norte las aglomeraciones y ventas ambulantes continúan. Al mediodía de ayer, en la avenida Jorge Garcés del Comité del Pueblo (norte), no hubo controles. Decenas de vendedores informales se ubicaron en las aceras con toda clase de productos y dificultaron el paso de los transeúntes. Varias personas no utilizaban mascarillas. A lo largo de la avenida la mayoría de gente no respetó los dos metros de distancia.
Durante la semana la Intendencia de Pichincha, con apoyo de policías y militares, ha suspendido 27 eventos relacionados con fiestas o reuniones clandestinas.
Wilmer Fuertes, director del Cuerpo de Agentes de Control subrogante, dice que desde el 17 de julio se han realizado 118 operativos en las siete parroquias. Se sancionó a 205 personas por no usar mascarilla; 177 fueron multadas por aglomeraciones y 65, por beber licor.
Atención médica
Mientras el relajamiento sigue, en el sur decenas de personas madrugaron desde las 04:00 en busca de atención médica en las carpas instaladas por el Municipio en Quitumbe y Chimbacalle.
Desde el miércoles, la Alcaldía de Quito, con apoyo de su par de Guayaquil, colocó 11 estaciones y puntos de triaje en los barrios de la ciudad para identificar casos positivos de covid-19 de forma temprana.
A las 09:30, en las afueras de la Unidad Educativa Quitumbe, ubicada en la intersección de las avenidas Rafael Morán Valverde y Rumichaca Ñan, se formó una fila de más de 100 ciudadanos.
En el primer día de funcionamiento, 109 personas acudieron para ser atendidas. De ellas, un 70% tenía síntomas de esa enfermedad, indicó el doctor Carlos Beltrán, quien llegó desde Guayaquil para apoyar a las brigadas médicas.
Nathalia Álvaro, coordinadora de Salud de la Secretaría de Salud, dijo que como parte de la atención a los pacientes se les entrega diariamente Paracetamol para combatir la fiebre y antibióticos.
En el centro de salud de Chimbacalle, ubicado en la avenida Napo (sur), también se instaló una carpa de triaje. Madres con niños enfermos, adultos mayores y hombres jóvenes esperaban para ser atendidos.