Ayer celebró la capital el CDLXXV aniversario de su fundación española y una vez más los quiteños desplegaron las alas de su ingenio para inundarla de loas y canciones, acompañados de cuantos visitan la urbe que fundara el extremeño Sebastián de Benalcázar y su mínima hueste de 204 personas. Como siempre, todos han sido acogidos con la cordialidad, bonhomía y buen humor que caracteriza a los quiteños, han admirado inigualables paisajes y el luminoso cielo, enriqueciendo con sus comentarios al emblemático catálogo de atributos.
La comprobaron como ciudad Ecuatorial, ubicada exactamente en la Mitad e Mundo: al pie del monumento alusivo a esta situación geodésica tal vez se fotografiaron con un pie en el Hemisferio Norte y otro sobre el Sur, y quizás divisaron, a la mañana, el nevado Cayambe, hito natural de más de 5 000 metros de altura aunque rememoraron también que Quito no es la única ciudad ecuatorial, pues hay en otros lugares del planeta.
Rodeada de montañas, acurrucada en las breñas del volcán Pichincha, es evidente su condición andina, compartida asimismo por no pocas urbes en toda la amplia extensión de la Cordillera de los Andes que bordean América junto a su litoral occidental.
Por atravesar el Ecuador el colosal sistema andino que recorre América por el oeste, está bordeado por el Océano Pacífico y por ello Quito, su capital, es también capital Pacífica; pero cuántas otras ciudades americanas gozan de igual característica geográfica, pese a no disfrutar Quito, en el centro de un cerco de montañas, con la cercanía inmediata del océano, ciudad más bien Mediterránea.
Goza también con su condición de Amazónica por enviar al Marañón, el gran Río Mar, las aguas que nacen en las inmediatas faldas orientales de la Hoya de Quito. Y aunque no son muchas, también otras ciudades americanas se ufanan de tal ubicación.
¿Por qué llama tanto la atención Quito si todas sus características definitorias son compartidas por otras urbes? La respuesta vuelve aún más evidente la situación estelar de la capital sí, es cierto que posee los atributos mencionados, pero el hecho de ser simultáneamente Ecuatorial, Andina, Pacífica, Mediterránea y Amazónica confiere a Quito la singularidad de ser única en el mundo.
Y hasta podríamos añadir otra característica gracias a su envidiable ubicación geográfica y al tesón de sus habitantes: ser una de las mayores exportadoras, en el mundo, de las más hermosas, balsámicas y variadas flores con las cuales engalana y perfuma los lujosos y ricos salones de palacios y edificios de Europa y Norteamérica como las sencillas habitaciones de la gente humilde.