Estudiantes no lograron jugar carnaval en la laguna del parque La Alameda; la Policía los retiró a las 16:30

Los jóvenes arrojaban a las chicas sobre el césped para mojarlas con cubetazos de agua. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los jóvenes arrojaban a las chicas sobre el césped para mojarlas con cubetazos de agua. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los jóvenes arrojaban a las chicas sobre el césped para mojarlas con cubetazos de agua. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

A las 16:30 de este miércoles 19 de febrero del 2020, la Policía Nacional retiró a cerca de 300 estudiantes de diferentes colegios de Quito, quienes acudieron a la laguna del parque La Alameda (centro) para jugar carnaval.

Desde las 11:00, los alumnos comenzaron a llegar de a poco para divertirse con espumas y anilinas. Se arrojaban huevos en la cabeza. Los jóvenes arrojaban a las chicas con violencia sobre el césped para mojarlas con cubetazos de agua.

En esos momentos, policías motorizados patrullaban la zona junto a los agentes metropolitanos. Los uniformados de servicio urbano vigilaban el sitio a pie en grupos de cuatro y cinco efectivos.

Personal de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) recorrió la zona para impedir las ventas informales. En el contorno de la laguna se colocaron vallas metálicas y un grupo de uniformados se ubicaron en el muelle de la laguna por precaución. Gerardo Zapata, director del Cuerpo de Agentes Metropolitanos, indicó que su personal se distribuyó en puntos estratégicos para evitar inconvenientes.

Los 80 efectivos de la Policía Nacional que intervinieron hoy pertenecen a la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), la Unidad de Equitación y Remonta (UER) y servicio urbano. Al sitio también acudió Guillermo del Hierro, rector del Colegio Mejía, quien delegó a docentes de Inspectoría para guiar a los chicos para que no ingresen al agua.

“Estamos aquí con los inspectores y subinspectores”, manifestó.

Pasadas las 14:00, los jóvenes se fueron jugar en el lado sur del parque, junto a la estatua de Simón Bolívar. Tomaban agua de un pequeño reservorio de la pileta y se arrojaban entre ellos. Algunos alumnos salían enlodados tras revolcarse en la tierra. Sus caras estaban manchadas de diferentes colores. No les importaba
mojarse.

Jeremy Llumiquinga, de 18 años, manifestó que jugar carnaval es una tradición en La Alameda. Este alumno de segundo de bachillerato llegó con siete amigos para mojarse. “Lo hacemos todos los años”.

Karina C., de 14 años, estaba triste porque no lograron pasar a la laguna como ocurrió en el 2020. “Faltaron compañeros para unirnos en un solo grupo”, manifestó.

María A. de la misma edad, se preparó con antelación para jugar en La Alameda. Llevó ropa para cambiarse y no tener problemas. “Lo más importante es que los cuadernos no se mojen”.

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