La parroquia de Calderón, en Quito, la noche del viernes 4 de octubre del 2019. Foto: Edwing Encalada / EL COMERCIO
Luego de horas muy violentas registradas el jueves 3 de octubre de 2019 debido al paro nacional del transporte, la calma retornó al sector conformado por Carapungo y Calderón, donde se registraron varios hechos violentos en sitios como la Panamericana Norte, av. Giovanni Calles, en la plaza de San José de Morán, av. Luis Vaccari, entre otras.
Según el mayor del Ejército Marcelo Bonilla, quien estaba al frente de un grupo de militares que resguardaban el orden en el sector, no se dieron inconvenientes este viernes 4 de octubre de 2019. “El tráfico fue normal, no hubo ninguna novedad”, explicó.
Luego del anuncio de la suspensión de la paralización, Bonilla dijo a las 19:30 que no ha recibido aún la orden de abandonar el sector al que le fue asignado.
Un día después de las violentas protestas, se pudo observar contenedores de basura golpeados y quemados, restos de neumáticos quemados, piedras en las veredas y bloques de concreto que fueron arrojados para bloquear vías como la Luis Vaccari, el principal eje de movilidad de Carapungo.
En otros sectores como en el Intercambiador de Carapungo, existen separadores viales rotos, letreros informativos dañados, además de señalética averiada, que quedan como testigos silenciosos del tráfico vehicular que volvían al asfalto tras las protestas.
Otro grupo de militares se ubicó en el ingreso a Llano Chico, para evitar que los huelguistas bloqueen ese sector.