La iniciativa, de carácter preventivo, informará a los quiteños que el monóxido de carbono (CO) es más peligroso cuando se acumula en lugares cerrados o semicerrados, como los túneles. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
Los túneles de San Juan, San Roque y San Diego forman parte de uno de los principales ejes viales del Distrito Metropolitano de Quito. Pero en su interior, se concentra un gas tóxico altamente nocivo.
Con el objetivo de precautelar la salud de los ciudadanos, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) ejecuta la campaña ‘En los túneles, cuídate del monóxido de carbono’ .
La iniciativa, de carácter preventivo, informará a los quiteños que el monóxido de carbono (CO) es más peligroso cuando se acumula en lugares cerrados o semicerrados, como los túneles.
De ahí que la entidad recomienda a los conductores y usuarios de transporte público mantener las ventanas de los autos cerradas cuando se circule por estas vías. También se aconseja bloquear el acceso de aire exterior en el vehículo.
La Epmmop anunció que da “mantenimiento periódico” a los túneles para reducir los niveles de CO. Sin embargo, es necesaria la colaboración ciudadana para mitigar los efectos nocivos de este gas, que al ser inhalado en grandes cantidades o por periodos prolongados, puede causar afecciones respiratorias e incluso la muerte.
Este gas se expulsa a través de escapes de autos, calentadores a gas, hornillas y emisiones de fábricas. Según la Epmmop, el monóxido de carbono es el gas más peligroso producido por los vehículos.
¿Qué ocurre en el organismo al inhalar CO?
Se reemplaza el oxígeno localizado en el torrente sanguíneo, lo que puede producir afectaciones al corazón, cerebro y órganos internos. Algunos síntomas por intoxicación son: dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareo, somnolencia, dolor de cabeza, entre otros.