La avenida Cevallos y la calle Tomás Sevilla es el sitio de concentración de las personas sin trabajo de Ambato. Es la urbe con el mayor desempleo del país. Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La población con trabajo en el Ecuador subió de 6,7 millones a 7,09 millones de personas, entre marzo de 2014 y el mes pasado. Pero el mayor crecimiento fue en el empleo inadecuado, según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El empleo inadecuado está relacionado con las personas que perciben ingresos menores al salario mínimo vital o laboran menos de 40 horas a la semana. Allí, están los subempleados, trabajadores no remunerados (labores del hogar)…
De acuerdo con datos del INEC, en esta categoría estuvieron en marzo pasado 3,8 millones de personas en el país, es decir
356 000 habitantes más que en el mismo mes del 2014.
La actividad económica se redujo en el Ecuador a inicios de año y por eso existen más personas que deben enfrentar condiciones difíciles de trabajo, dice el director del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera. Mientras que Andrés Robalino, vicepresidente técnico de la Cámara de Industrias de Cuenca, sostiene que ese comportamiento coincide con el descenso de los precios del petróleo y la apreciación del dólar, los cuales se registran desde el año pasado.
En ciudades como Machala y Cuenca el empleo inadecuado subió en más proporción. Hay que considerar, dice Robalino, que las empresas cuencanas envían gran parte de su producción al exterior, principalmente a países de Sudamérica y Centroamérica que devaluaron, por lo que las exportaciones perdieron competitividad.
Eso afectó a la generación de empleo adecuado en la capital azuaya, que tenía un ritmo de crecimiento del 5% a 6% anual en el sector industrial si se compara lo ocurrido entre los años 2010 y 2013, de acuerdo con estudios de este gremio.
La cuencana Fabiola Espinoza, de 31 años, salió hace tres meses de su trabajo en una constructora porque redujeron personal. Ella decidió abrir la cafetería La Plaza Café, frente a la iglesia de San Sebastián, en el centro de Cuenca.
Espinoza hizo un préstamo para no quedar desempleada y ahora ofrece tamales, humitas, hamburguesas y café. “Nos alcanza para pagar la inversión”. Otra cuencana, Ximena Arévalo, optó por la venta de ropa a familiares y amistades. Hasta hace un mes y medio laboraba en una clínica privada.
En el caso de Machala, Oswaldo Aguilar, vicepresidente de los industriales orenses, señala que el trabajo informal crece en Machala y la provincia. “El elevado pago de impuestos y alza de salarios provocó que la gente busque trabajar de forma informal… en lugar de poner un negocio formal”.
La ciudad que mejores condiciones de empleo tuvo durante el primer trimestre de este año fue Quito, que tuvo el mayor porcentaje de empleo adecuado en el país (ver gráfico).
Pese a que el Gobierno redujo el aporte de dinero a la economía aún se sigue contratando bienes y/o servicios, los cuales por la cercanía geográfica son proveídos, en muchos casos, por empresas de Quito. “Para satisfacer esa demanda las empresas contratan más mano de obra”, explica Wilson Araque, director de Gestión de la Universidad Andina.
Pero añade que la cifra de Quito no es del todo positiva porque se redujo frente al mismo período del 2014. Eso es la muestra de un año económicamente complicado. El empleo adecuado en el país solo creció de 3,20 millones a 3,22 millones, entre marzo del 2014 y el mes anterior.
El ministro de Trabajo, Carlos Marx Carrasco, dice que hay que ver las mejoras nacionales en las cifras. Por ejemplo, destaca la reducción de la tasa de desempleo si compara los meses de marzo de los dos últimos años. Bajó de 4,85 a 3,84%. “Esto es por la acertada política social de nuestro gobierno”.
Cuenca tiene el menor desempleo del país y esa condición está relacionada con la migración. En un análisis preliminar, dice Robalino, si la gente no hubiera salido de la región ese indicador fuera mayor. Además, tiene un alto desarrollo industrial que generó empleo adecuado en años anteriores.
En el lado contrario está Ambato. La avenida Cevallos y la calle Tomás Sevilla es el sitio de concentración de quienes esperan un contrato. Son albañiles, plomeros, electricistas, jardineros… En el grupo estuvo el albañil Víctor Camacho, de 50 años. “Estoy desesperado, no sé cómo pagar el arriendo y comprar los alimentos”.
Para Diego Proaño, director del Observatorio Económico de la Universidad Técnica de Ambato, en la urbe hay fenómeno cíclico.
Es decir, el desempleo se dispara en el primer trimestre y llega a su nivel más bajo en el último. Eso ocurrió en los últimos dos años. Según Proaño, una hipótesis es que los empleadores no contratan rápido porque esperan saber las medidas que aplica el Gobierno entre enero y marzo.
En contexto
El mayor número de personas que tienen empleo en el país se encuentra en el grupo de trabajadores con empleo inadecuado, el cual representó el 52,06% en marzo pasado, según cifras del INEC. En el mismo período del año pasado este indicador llegó al 49,41%.