Familias caminan por las calles principales de Calderón. En la zona comercial hay vendedores informales. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Entre los dirigentes de Calderón, la parroquia más grande de la Sierra con 259 990 habitantes, hay calma. “Ya pasamos la primera ola”, dice Amparito del Carmen Córdova.
Ella es la presidenta de la Comisión de Salud de Calderón, Llano Chico y Guayllabamba, una organización formada por los dirigentes barriales.
La tranquilidad surge porque Calderón está entre las parroquias de Quito que más han desacelerado el contagio de covid-19. Desde el 14 hasta el 30 de septiembre, el incremento de los casos es del 48%.
En los meses anteriores, la velocidad con que se esparcía el virus fue más rápida. En junio y julio, los casos detectados se incrementaron en un 243%; pasaron de 328 personas con covid-19 a 798, entre el 30 de junio y el 31 de julio. El 31 agosto, el incremento fue del 169% respecto del mes anterior.
Hoy hay 2 462 personas infectadas. Comparada con su población, la tasa es del 9%. A pesar de que se trata de un sector populoso, por su tasa se ubica en el puesto 34 de las parroquias más contagiadas.
Milton Encarnación, subcordinador de la Comisión de Salud del organismo barrial, dice estar satisfecho por el trabajo que han hecho los 96 vecinos que conforman las brigadas.
Unos son médicos, otros son estudiantes y enfermeros que viven en Calderón y colaboran con el control de los enfermos, dan charlas de prevención y rastrean a posibles portadores de la enfermedad.
“Al principio había desinformación, confusión y miedo entre la gente”, cuenta Encarnación. En abril organizaron los primeros grupos en chats y en Facebook, para hablar sobre prevención. En mayo y junio ya sabían de casos de personas contagiadas y para julio y agosto llegó la primera ola.
“Eran cuadras enteras e incluso una ciudadela en donde se reportaron casos positivos”. El dirigente asegura que también un líder barrial murió con el virus, luego de que ayudara a otras personas. “Hallamos a una enfermera que ya no saturaba. Se estaba ahogando. No sabía que tenía el virus y debimos llevarla al hospital”.
Desde principios de septiembre, los vecinos cuentan con el apoyo de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito.
Les entregaron oxímetros para que estas brigadas midan el pulso y el nivel de oxígeno de los habitantes de Calderón.
Adicional, la Secretaría de Salud instaló allí dos brigadas permanentes y 12 móviles, que recorren las calles en busca de familias contagiadas.
Martha Gordón, coordinadora de las brigadas de salud del Municipio, dice que enlos últimos días los equipos han detectado menos casos. Eso se debe “a la detección de los positivos en las fases tempranas, en los primeros tres días (tras la exposición inicial al virus)”.
Gordón señala que en Calderón se han realizado 3 295 triajes y 10 736 atenciones con las brigadas móviles. En promedio, se hacen entre 100 y 120 pruebas para covid-19.
El pasado 24 de septiembre, el grupo conformado por vecinos instaló un punto de triaje en el Mercado Coprocarchi.
Desde las 08:00, los vendedores dejaron por un momento el trabajo cotidiano. Encargaron sus puestos de verduras, de frutas o papas para hacerse controles con los voluntarios.
Entregaron sus nombres, dirección y mientras contestaban otras preguntas, Córdova les colocaba el oxímetro en el dedo índice. “Si encontramos síntomas de coronavirus, los reportamos al Municipio”, indica. Ella es médica cirujana y está jubilada.