Los policías estuvieron cerca de cinco horas en la quebrada buscando a los sospechosos. Finalmente, cinco desconocidos fueron detenidos. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Un operativo policial se montó la mañana de este miércoles 27 de febrero del 2019 en las inmediaciones de la quebrada El Censo, en el Trébol, ubicada en el centro – oriente de Quito. La razón: localizar a dos hombres, quienes son investigados por el robo del teléfono celular y la billetera a una mujer que esperaba un bus en ese sector.
El hecho ocurrió pasadas las 09:00. La víctima, de 40 años, tenía previsto movilizarse a Solanda, en el sur de la capital, para una reunión de trabajo. En esos momentos le abordaron dos hombres, quienes la insultaron y le abrieron la cartera a la fuerza. Uno de ellos tenía un cuchillo con el que la amenazó.
Un transeúnte observaba lo que pasaba y se comunicó con un agente civil de tránsito, quien notificó el asalto a la Policía Nacional. Los uniformados llegaron rápidamente e ingresaron a la quebrada para detener a los dos sospechosos.
La mujer lloraba mientras los policías buscaban a los dos hombres en medio de matorrales y lodo. Inicialmente, junto al río Machángara fueron interceptados dos hombres y se requirió la intervención del Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ) en la zona.
Decenas de personas observaban lo que pasaba desde el filo de la quebrada. Cerca del mediodía, los policías hallaron la billetera de la víctima en medio de la basura y roedores debajo del puente localizado junto al molino El Censo. Lo hicieron en colaboración de la gente que ayudó en la búsqueda.
Los policías estuvieron cerca de cinco horas en la quebrada buscando a los sospechosos. Finalmente, cinco desconocidos fueron detenidos. La mujer reconoció a uno de ellos como el que perpetró el asalto. Los uniformados intervinieron con seis patrulleros y 25 efectivos.
La circulación de vehículos se tornó lenta en el sector. Los pasajeros de los buses observaban por la ventana cómo los policías y bomberos ingresaron a la quebrada. Algunos choferes comentaban, “ahí están los que suben a molestar en el playón de La Marín”.