Las filtraciones que la organización Wikileaks ha difundido en todo el mundo han provocado sin duda un nuevo momento que pone en cuestión aspectos atinentes a la confidencialidad, el lenguaje diplomático y la actividad de los piratas informáticos.
Wikileaks entregó hace unos meses a grandes diarios de occidente miles de cables de correspondencia entre las legaciones diplomáticas estadounidenses y el Departamento de Estado. Periódicos reconocidos como El País, de España; The New York Times, de Estados Unidos; The Guardian, del Reino Unido, Le Monde, de Francia y Der Spiegel, de Alemania, tuvieron en sus manos el delicado material y los divulgaron al mundo.
Luego la mencionada organización, que ya venía operando y cobrando interés en la opinión mundial por otras filtraciones polémicas -temas bancarios y de seguridad militar-, decidió recurrir a la entrega de material a otros diarios importantes del mundo.
EL COMERCIO ha recibido, de modo enteramente gratuito, más de 1 000 cables que se emitieron desde la Embajada de EE.UU. en Ecuador entre el 2004 y el 2010. Como no podía ser de otro modo, este Diario estructuró un equipo que los ha revisado con minuciosidad y ha seleccionado el material que desde mañana divulgaremos. Las publicaciones de la edición impresa estarán acompañadas de una presentación completa en nuestra edición digital, con las versiones en inglés, tal como nos han sido entregadas.
Si bien los métodos por los que Wikileaks ha accedido a la información han sido cuestionados, consideramos que el criterio que debe primar en estos casos es el interés periodístico y el derecho de la ciudadanía a conocer información de interés público y que pudiera incidir para entender mejor una etapa de la historia.