La pugna interna fracturó a País

Redacción Loja

Transcurría noviembre de 2005, cuando Rafael Correa llegó por primera vez a la provincia de  Loja. Unas 400 personas coparon el salón de actos  de la Cámara de Comercio de la ciudad para escucharlo hablar sobre los retos del comercio ecuatoriano frente al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

Nilo Córdova, quien  era el presidente del gremio, hizo gala de su visita. Cenaron entre un grupo de comerciantes. La idea de Correa de participar en la política no trascendía, recuerda Córdova.

3 contratos
tiene la empresa Cosurca, de propiedad de Fabricio Correa, en la provincia de Loja.

La conferencia se centró en  un discurso con críticas al pasado y el Ecuador del futuro. Desde entonces, Correa y Córdova afianzaron esa amistad que nació un mes antes,  en la Asociación de Cámaras de Comercio del Ecuador, en Quito, cuando se discutía  la posibilidad de que el país entre en un TLC con EE.UU. Correa asistió como ministro de Economía del gobierno de  Alfredo Palacio.

El 3 de diciembre de ese mismo año, Córdova se sumó al proyecto político  de Correa. Desde entonces, empezó a reunirse -en su casa- con sus mejores amigos para dar nacimiento al  movimiento político que impulsaría la candidatura del hoy Mandatario.
Utilizando su vehículo, Córdova recorrió Macará, Zapotillo, Celica, Catacocha.  Para llegar a las parroquias rurales se valió de  las influencias de su círculo comercial.

En pocas semanas el movimiento llegó a organizarse en los 16 cantones lojanos y las 76 parroquias. En enero de 2006 el entonces precandidato presidencial presentó a Córdova como su único representante en la provincia, encargado de  canalizar cualquier tipo de apoyo. Lo hizo durante una  entrevista con radio Satelital. En las elecciones de noviembre de 2006, Correa logró en esta provincia  cerca de 100 000 votos.

A Córdova se sumaron Gorky Aguirre, luego José Picoita y,  en la segunda vuelta, Rubén Bustamante, quien organizó  un Frente de Profesionales. Los dos primeros resultaron electos asambleístas constituyentes. 

Al ser “el mejor amigo de Correa” e impulsor de su propuesta política en la provincia, Córdova fue nombrado gobernador (enero 2007-enero 2009). Pero su relación con el Gobierno terminó abruptamente en las elecciones primarias.

Tras ese proceso eleccionario, Córdova, que buscaba la Prefectura provincial, entró en pugna con Bustamante y fue expulsado del Movimiento, junto con Gorky Aguirre.

Las discrepancias empezaron meses antes y dividieron al Movimiento País en dos sedes. Finalmente, Bustamante fue designado candidato a prefecto y ganó las elecciones.

En febrero, Córdova y Correa conversaron por última vez, en un Gabinete itinerante en Yantzaza (Zamora Chinchipe). 

El rompimiento pasó desapercibido hasta mediados de junio, cuando estalló el escándalo de los contratos del hermano del presidente, Fabricio Correa, con el  Gobierno. En declaraciones a la prensa, Córdova dijo que desde el primer trimestre de 2008, él había alertado a un alto funcionario los negocios que Correa estaba  intentando concretar en Loja con la firma Cosurca.

Luego fue más preciso: reveló a este Diario que el personaje era el mismo presidente Rafael Correa, a quien le había alertado lo que su hermano estaba haciendo. 

Rafael Correa desmintió a Córdova, a quien trató de traidor y mentiroso, y atacó a este Diario por publicar sus aseveraciones. “Eso mostró un doble discurso del Mandatario, porque dijo que nunca supo de la compra de Cosurca ni de los contratos que contrajo su hermano”, dijo Lindon Sanmartín, director del Noticiero Informe Goblal de radio Satelital de esa ciudad.

Las fisuras en el movimiento oficialista  fueron evidentes. Una  maquinaria política liderada por Aguirre y Picoita (asambleístas), Bustamante, subsecretario de Vialidad, entre otros, excluyó a Córdova. “Me pusieron contra del Presidente, mintiendo que yo tuve enfrentamientos con Aguirre”.

Un reciclaje de personajes

Las últimas elecciones generales mostraron en Loja a personajes nuevos en Movimiento País. Muchos de ellos participaron en elecciones anteriores auspiciados por tiendas políticas como el  Partido Social Cristiano, Concentración de Fuerzas Populares y otras agrupaciones locales independientes.

Por ejemplo, participaron como candidatos  a asambleísta Alicia Jaramillo, que en 2004 fue candidata a concejala por el PSC. También Mao Moreno, quien estuvo en el FAR. Ocho de los 16  alcaldes de esa provincia se unieron a la lista 35 para reelegirse.

Todos ellos ganaron las elecciones anteriores, auspiciados por otras agrupaciones, que hoy son distantes al Régimen. Ellos son Jairo Montaño (Saraguro), ex FAR;  Héctor Figueroa (Catamayo), del CFP;  Jorge Jaramillo (Celica), de UDC;  Fredy Cueva (Quilanga), del CFP-MIRE-PSP; Manuel Andrade (Espíndola), del PSP; Jorge Márquez (Omedo),   Ramiro Valdivieso (Zapotillo), del PSC,  y Orli Flores (Sozoranga).

Estas autoridades se vincularon al movimiento oficialista  en respuesta al apoyo que el Gobierno dio a los municipios con los recursos de la emergencia por el invierno 2008. Eso considera Valdivieso, de Zapotillo.

Su relación siempre fue más cercana con Rubén Bustamante. Lo apoyó para la Prefectura y a cambio recibió el respaldo para la Alcaldía. “Con Córdova hubo discrepancias. Ofreció que solo dos candidatos íbamos a participar en las primarias, pero luego  asomaron cuatro, tres de Córdova y una de GorkyAguirre”.

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