Puertas del contraflujo están deterioradas en la avenida Simón Bolívar

La compuerta instalada en la avenida Simón Bolívar, en el sector de Llano Chico, en el norte, está dañada y grafiteada. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

La compuerta instalada en la avenida Simón Bolívar, en el sector de Llano Chico, en el norte, está dañada y grafiteada. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

La compuerta instalada en la avenida Simón Bolívar, en el sector de Llano Chico, en el norte, está dañada y grafiteada. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

El paso del tiempo sumado al calor, la lluvia, los accidentes de tránsito y la falta de mantenimiento han pasado factura a las puertas abatibles y a las señales se seguridad que funcionan en la avenida Simón Bolívar, una de las más transitadas en el Distrito.

Luego de dos años y medio de haber sido instaladas, algunas de las 15 puertas que sirven para los contraflujos vehiculares están deterioradas. Una de ellas se ubica a 20 metros del mirador de La Forestal, en el suroriente de Quito. Los tubos de la estructura están torcidos y oxidados. Apenas unos alambres sostienen las puertas para que no se abran. Las ruedas están destruidas; hay daños.

Las 15 compuertas, de 16 metros cada una, fueron instaladas en abril del 2016 en los sitios considerados de mayor incidencia de accidentabilidad. Por esta vía de alta velocidad circulan diariamente en promedio 120 000 vehículos.

Los agentes de tránsito las utilizan para activar los contraflujos de los autos que se dirigen de sur a norte. Lo mismo, cuando hay accidentes que obstaculizan el tránsito y se produce una fuerte carga vehicular. También cuando existen operativos especiales de movilidad o deslizamientos.

En un recorrido que realizó este Diario desde el intercambiador de Carapungo, en el extremo norte de la urbe, hasta La Argelia, en el sur, se constató que la mayoría de estructuras requiere mantenimiento.

Los conductores y usuarios también lo confirman. Orley Arizala es gerente de la Cooperativa Asometrovip, cuyos buses cubren la ruta Chillogallo-Cumbayá y circulan por la Ruta Viva. Señala que las compuertas son muy útiles para mejorar la movilidad en el oriente de la urbe. Sin embargo, “están muy descuidadas, incluso hubo vehículos que se impactaron contra ellas y nunca se les ha dado mantenimiento adecuado”.

Lo mismo opina el conductor Vinicio Ortega, de 51 años, quien se salvó de chocar contra las puertas. Ocurrió a la altura de Nayón, nororiente de la vía, mientras circulaba en su auto Fiat Uno. Él conducía normalmente y, debido a la fuerza del viento, una de ellas se abrió. Por suerte -cuenta- logró cambiar de carril y evitó impactarse de frente.

Hay personas que también han presenciado el mal uso de las compuertas. Antonio Velásquez, de 34 años, es vendedor informal de mandarinas y labora a la altura del intercambiador de Llano Chico, en el barrio Bella Aurora. Indica que algunos conductores abren las puertas para realizar la vuelta en U. “Trabajo cuatro meses aquí. A veces se van y las dejan abiertas. Luego vienen los agentes de tránsito para cerrarlas. Por suerte no se han registrado accidentes”.

Para Miguel Vega, presidente de la Asociación de Cooperativas del Valle (Univalle), la señalética de las compuertas también debe ser intervenida de forma urgente. En algunas hay grafitis vandálicos, mientras que en otras las pancartas están descoloridas.

Considera que se deberían cambiar las latas que cubren las estructuras, ya que algunas están dobladas en dirección al carril de circulación y eso causa problemas de visibilidad. Vega, además, solicita al Municipio que se instalen los dos conos naranjas que se despegaron y están 30 metros más abajo de la curva de ingreso a la Universidad Internacional.

Las compuertas que registran más daños son las que se ubican en el mirador de La Forestal, en el sur, y la que está cerca del barrio Santa Rosa, a 300 metros del ingreso a la Ruta Viva. A otras les hace falta enderezar la estructura, así como colocar ruedas nuevas. Junto a las que se ubican más abajo del intercambiador de Carapungo, en el norte, hay dos pilares de cemento que impiden el paso.

Fausto Noboa, gerente de Obras Públicas de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), señala que en los 50 kilómetros de extensión de la av. Simón Bolívar, desde Santa Rosa hasta la Panamericana Norte, hay 15 puertas de seguridad.

Con base en los estudios realizados por la institución, se ha determinado que seis están “bastante destruidas” y requieren ser reparadas en la estructura interna y las láminas exteriores. En algunas se debe trabajar en las columnas que sirven de soporte.

Otras nueve se encuentran en “término medio”. Es decir, se abren y funcionan con dificultad, señala el funcionario.

Luego del diagnóstico, Noboa informó que desde este fin de semana (27 y 28 de octubre) se trabajará en un plan de intervención en las puertas abatibles. Las obras implican una inversión de USD 44 000 y se realizará el arreglo integral de las estructuras: bases, latas, ruedas que las sostienen, entre otras mejoras.

Los trabajos se ejecutarán durante los próximos cinco fines de semana, para no alterar la movilidad vehicular, excepto el feriado de Difuntos. Se prevé que los trabajos finalicen el 2 de diciembre del 2018.

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