El puente de Mataje, en Esmeraldas, sin control fronterizo de Colombia

Civiles se movilizan por el lado colombiano, en donde su Gobierno abrió la vía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Civiles se movilizan por el lado colombiano, en donde su Gobierno abrió la vía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Una gigantografía del Gobierno de Colombia aparece en medio de la selva. Eso es lo primero que se mira después de atravesar el puente del río Mataje, que une a Ecuador con el vecino país, en el norte de San Lorenzo, en Esmeraldas. “Aquí estamos construyendo zonas futuro”, indica el cartel.

También anuncia que en ese lugar funcionará el Centro de Atención Binacional Fronterizo. Pero Colombia no ha dado una fecha para su inauguración. En el lado colombiano no existe presencia militar ni de autoridades civiles, pese a que el paso fronterizo ya funciona desde hace un mes.

La circulación por el puente causa preocupación al Gobierno ecuatoriano. Este jueves 23 de enero del 2020, en San Lorenzo, se desarrolló el Gabinete Sectorial de Seguridad y se analizó el tema. Al finalizar la cita, los ministros de Defensa, Oswaldo Jarrín, y de Gobierno, María Paula Romo, anunciaron las nuevas disposiciones sobre la movilidad en el sector. Jarrín indicó que se prohíbe “de forma permanente” la circulación de vehículos.

Solo las personas pueden pasar, pero sin ningún tipo de mercadería, y únicamente en el horario de 06:00 a 18:00. Además se fortalecerá la seguridad mediante la creación de un grupo de Inteligencia conjunta, integrado por policías, militares y funcionarios del Centro de Inteligencia Estratégica.

Los ministros Oswaldo Jarrín y María Paula Romo caminaron por el puente de Mataje. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Romo dijo que estas decisiones se tomaron luego de analizar las tasas de homicidios “superiores” en los pueblos colombianos y destacó que la zona de Tumaco, en Colombia, es el área con mayor número de cultivos de coca de la región.

“Cuando se abre un paso no solo se construye la vía; aquí se hicieron las cosas al revés. Se tenían que haber hecho controles, la planificación, construir los lugares de control para migración y seguridad, luego se abre la vía”, criticó

Agregó que el eje vial, Tumaco-San Lorenzo, aún no está terminado. En el territorio colombiano hay un trayecto pequeño que falta para finalizar. El presidente Lenín Moreno también criticó esta obra en meses pasados. Dijo que fue una “irresponsabilidad” del anterior gobierno levantar un puente “que no va a ningún lado”.

En el área ecuatoriana del puente operan desde hace un mes dos equipos militares que se encargan de la seguridad.

Civiles se movilizan por el lado colombiano, en donde su Gobierno abrió la vía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Realizan controles de armas, explosivos y municiones. Vigilan que por ese punto no salgan o entren productos de contrabando como gasolina, arroz, gas, madera y droga.

Los uniformados no hacen control migratorio, tampoco impiden la circulación de la gente, simplemente se cercioran que todos los que pasen al Ecuador tengan sus documentos de identidad. Este jueves, hasta antes del anuncio de Jarrín, circularon motos y automóviles.

Desde el puente, los militares miran lo que ocurre en el vecino país. Observan, por ejemplo, cómo un grupo de personas trabaja en la lluvia.

Levantan una casa de madera en donde funcionará un restaurante. A penas a 100 metros del puente existe un paradero de mototaxis. Está junto a una casa de madera, de unos 40 metros cuadrados, con techo de aluminio y sin dotación de ningún servicio básico.

En la pared de la casa está colgado un letrero rosado y con información escrita a mano. Se trata de los nombres de 17 caseríos colombianos y los precios de cada flete. A Restrepo, el más cercano, el viaje cuesta 7 000 pesos y dura ocho minutos. Otros sitios son Palo Seco, Rastrojada, Pital, La Brisa y Sindagua. Este último pueblo, que está a una hora y media, el viaje se hace por 30 000 pesos o USD 10.

“Aquí aceptamos pesos, dólares, todo”, dice José Quiñónez, oriundo de Mataje, pero que trabaja en el vecino país.

Él es el encargado de llevar el registro de cada recorrido. En los días buenos cada motorizado hace hasta 3 viajes. En total son 23 motociclistas, ecuatorianos y colombianos, que esperan con ilusión formar la primera cooperativa de transporte. Ya tienen el nombre: Puerto Colón. Sus uniformes, por ahora, son chalecos anaranjados con franjas reflectivas.

En Palo Seco, a unos 45 minutos de recorrido, se encuentra un destacamento de la Fuerza de Tarea Conjunto Hércules, un equipo conformado por policías y militares colombianos que se encargan de la seguridad en la frontera sur, la zona que colinda con Ecuador. Según los transportistas, ese es el primer pueblo con presencia militar en Tumaco. Jarrín dice que el puente no reúne las condiciones para ser llamado paso fronterizo internacional.

En contexto

El 27 de enero del 2020 se cumplen dos años del ataque con carro bomba al cuartel policial de San Lorenzo. Luego vino una serie de hechos violentos. Los ilegales asesinaron a 10 ecuatorianos entre militares y civiles. En esa lista está el equipo de prensa de este Diario.

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