Pueblo afrodescendiente recordó en Guayaquil su llegada desde África

Durante cada número de baile, los participantes exaltaron ante los asistentes que era necesaria la reivindicación de los derechos en aspectos sociales, económicos y culturales, además del acceso a la educación este 17 de noviembre del 2018. Foto: Mario Fa

Durante cada número de baile, los participantes exaltaron ante los asistentes que era necesaria la reivindicación de los derechos en aspectos sociales, económicos y culturales, además del acceso a la educación este 17 de noviembre del 2018. Foto: Mario Fa

Durante cada número de baile, los participantes exaltaron ante los asistentes que era necesaria la reivindicación de los derechos en aspectos sociales, económicos y culturales, además del acceso a la educación este 17 de noviembre del 2018. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Un bombo, un cununo y un yembe rodean un arreglo floral que tiene, en primer plano, dos mapas: uno de Ecuador y otro del continente africano. Esos instrumentos son tradicionales de la cultura afro y se usaron para dar apertura al I Festival Multicultural Ubuntu en Guayaquil.

Dicho arreglo sirvió como centro para que un grupo de jóvenes de la comunidad de la cooperativa Nigeria, en la populosa Isla Trinitaria, en el suroeste de la urbe porteña, ofreciera una ceremonia de agradecimiento a la madre tierra.

Este evento se inició a las 11:00 de ayer, sábado 17 de noviembre del 2018, y el objetivo fue resaltar la tradición de la comunidad negra de la ciudad y exigir la reivindicación de sus derechos a través de diversas actividades artísticas y culturales. El organizador fue la Hostería África Mía.

El primer grupo, con vestimenta tradicional de origen africano, usó en su baile otros instrumentos como el canalete, la atarraya, la batea que usaban las mujeres para lavar el oro.

Los cuadros de figuras que han marcado la historia mundial de este pueblo fueron mostrados al público que se ubicó en la cancha principal del Centro Cultural Juanito Bosco. Entre ellos, el activista sudafricano Nelson Mandela y la ecuatoriana María Chiquinquirá.

Lo gastronómico también copó su espacio en el I Festival Multicultural Ubuntu en Guayaquil este 17 de noviembre del 2018. En la foto, Andia Caicedo ofreció, el encocado de pollo, de camarón, de cerdo, bollo, arroz con leche, leche de coco, hayacas, entre otros platos. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Durante cada número de baile, los participantes exaltaron ante los asistentes que era necesaria la reivindicación de los derechos en aspectos sociales, económicos y culturales, además del acceso a la educación.

Abel Dimanche, director del Centro Cultural Afro, refirió que se busca reafirmar la lucha para que la riqueza afro no sea visibilizada solamente comoa danza, marimba, gastronomía. “Además hay otras potencialidades del pueblo, en lo intelectual, histórico, artístico debe darse a conocer”.

En la jornada se abrió el abanico para la venta de artículos relacionados a la colectividad. Uno de los puestos fue el de Marcia Rojas, de la Hostería Comunitaria África Mía. Ahí se ofreció las telas que representan la historia del continente. “Nosotros tratamos de incentivar el uso de la vestimenta tradicional, no queremos que se pierda”.

Las telas de distintos colores y con diseños sirven para elaborar vestidos y camisas, además de otros elementos. El metro cuesta USD 25. La hostería, que se ubica en la cooperativa Nigeria, hay una boutique exclusiva para la cultura afrodescendiente y en la que se confecciona la vestimenta.

En la jornada se abrió el abanico para la venta de artículos relacionados a la colectividad. Uno de los puestos fue el de Marcia Rojas (foto), de la Hostería Comunitaria África Mía este 17 de noviembre del 2018. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Lo gastronómico también copó su espacio. Andia Caicedo colocó, entre otros platos, el encocado de pollo, de camarón, de cerdo, bollo, arroz con leche, leche de coco, hayacas, casabe y champú de maíz, la mazamorra, queso de leche, torta de choclo y yuca.

Caicedo resaltó que Guayaquil es hoy la ciudad con la mayor población afro debido a la migración que se avivó desde la década del 90. Ella misma vino a la urbe hace 23 años, a la edad de 21. “Yo ya tengo más tiempo viviendo en Guayaquil que en mi natal Borbón, aquí tuve mis cinco hijos y esposo, ellos son guayaquileños y forman parte de la población negra”.

Sonnia España, promotora del evento, resaltó que el evento se llama Ubuntu porque significa ‘yo soy porque todos somos’ y constituye la unidad del pueblo. Y se lo organizó en recordatorio a los 17 afrodescendientes que llegaron en condiciones de esclavos y cuya embarcación encalló en Esmeraldas.

“Esos cimarrones, esos negros, huyeron despavoridos al monte y nunca fueron esclavizados, más bien ahí formaron sus palenques, sus palizadas y su proceso de libertad para ayudar a otros afrodescendientes en esclavitud. Hoy reivindicamos la historia”.

Precisó que este tipo de actos siempre se lo hace en Esmeraldas, todos los años, pero ahora se replicó el evento en Guayaquil para meter la historia “en la memoria colectiva”.

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