El Municipio de Quito informó que se han procesado 11 132 pruebas para la detección del covid-19 en Quito. Foto: Cortesía Municipio
La Secretaría de Salud del Municipio de Quito realizó una explicación técnica al mediodía de hoy, viernes 3 de julio del 2020, sobre la situación de las 100 000 pruebas de diagnóstico de covid-19 que comenzaron a llegar desde abril a la capital.
Linda Guamán, asesora para el análisis y procesamiento de los exámenes de esa enfermedad, indicó que hay una evolución de los test desde que comenzó el ‘boom’ de la pandemia hasta la actualidad.
Los que se produjeron al principio variaron significativamente con los de hoy, pese a que han transcurrido pocos meses. “Todo lo que se ha avanzado en diagnóstico de covid-19 ha sido enorme (…) La generación de pruebas hechas en enero o febrero discrepa mucho con las que se fabrican hoy en el mundo”.
Las primeras tenían como misión detectar la enfermedad, pero conforme han pasado los meses hay más criterios técnicos. “Las del Municipio llegaron meses atrás, probablemente fueron elaboradas en enero o febrero y corresponden a la primera generación en respuesta inmediata para tener un método de diagnóstico”. Sin embargo, eso no implica que sean de baja calidad.
Aclaró que las pruebas que adquirió el Municipio de Quito no son PCR, lo cual no es controversial. “El nombre PCR es de una técnica en particular que, para hacerle el diagnóstico, sube y baja la temperatura. Las que tenemos aquí son RT-LAMP, cuya diferencia básica es que mantiene la temperatura constante. La ventaja es que en poco tiempo puede hacer la detección”.
Esa tecnología -indicó Guamán- cumple con todos los estándares de calidad aprobados por entidades internacionales. Se utilizan en todo el mundo. “No es mala, por algo la aprobó la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) con certificación de emergencia”.
Además, para garantizar su efectividad, las pruebas del Municipio han sido sometidas a análisis en laboratorios para comprobar su calidad.
De las 100 000 pruebas adquiridas por la Alcaldía se han utilizado 11 132 hasta el 28 de junio. Es decir, todavía quedan más de 80 000 para procesar. “No podemos más porque nuestros colegas no pueden. La Universidad Central no puede hacer más de 320, la UTE no puede hacer más de 300 o 400. Aparte hay una necesidad increíble de hacer pruebas, la gente se está muriendo”, precisó Guamán.
Actualmente se hacen 720 pruebas diarias y a futuro se busca hacer más de 1 000. “Pero aunque caducaran, existe una cláusula en el contrato que, ante la caducidad de las pruebas, el proveedor se compromete a hacer el reemplazo”, acotó la científica con base en los lineamientos del contrato.
A su criterio, no habría un perjuicio económico, “pero si les tenemos que avisar. Darles por lo menos dos meses para importar el nuevo lote”. Eso implica hacerlo en agosto; es decir, 60 días antes que caduquen las que llegaron primero.