El proyecto de Ley de educación superior

Enorme preocupación ha generado en la comunidad universitaria la difusión del anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación Superior presentado por la Senplades al ‘Congresillo’.

La inconformidad de la mayoría de autoridades de esos centros de educación superior -públicos, semipúblicos y privados- obedece a que, según los dirigentes académicos, el proyecto no se ha debatido lo suficiente, lo cual impide que se incluyan en él los puntos de vista y las posiciones de dicha comunidad universitaria.

Los directivos de Senplades, sin embargo, aseguran que el plan sí fue socializado en innumerables talleres que se realizaron en todo el país, y explican que el objetivo de fondo del anteproyecto es acercar a las universidades a la sociedad, para que el trabajo de los centros superiores sirva al desarrollo y al progreso del país, gracias a un planificado diseño de programas destinados a la investigación, la ciencia y la tecnología.

No obstante, aunque la Senplades tuviera la razón en sus argumentos y en realidad el proyecto hubiera sido divulgado y debatido con el rigor suficiente, no estaría demás que las autoridades de este organismo amplíen los tiempos para recibir y discutir algunos de los planteamientos que en los últimos días han presentado distintos estamentos de las universidades.

Así como se ha criticado la falta de apertura de quienes han controlado la universidad pública durante décadas, también es necesario decir que del lado del Gobierno sería democráticamente sano escuchar posiciones distintas. En sociedades abiertas, las mejores leyes se elaboran luego de amplias y francas deliberaciones, donde la mejor herramienta es la participación activa y propositiva de representantes de todos los sectores de la comunidad.

Suplementos digitales