Masivas protestas contra Rousseff sacuden Brasil

La explanada central que conduce al Congreso en Brasilia fue el escenario para las manifestaciones. Foto: AFP

La explanada central que conduce al Congreso en Brasilia fue el escenario para las manifestaciones. Foto: AFP

En varias ciudades de Brasil s realizan protestas en contra del gobierno de Dilma Rousseff. En Belo Horizonte la protesta se dio en la Plaza de la Libertad Foto: AFP

Una ola de manifestantes a lo largo de Brasil pedían el domingo, 13 de marzo de 2016, la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, en medio de un clima de fuerte descontento social por la recesión económica y un megafraude a Petrobras que salpica a la élite empresaria y política del país.

Se espera que cerca de un millón de brasileños dejen retratada su irritación en más 400 ciudades, custodiadas por una operación policial reforzada, durante una jornada de protesta que por primera vez es explícitamente apoyada por partidos de la oposición.

La magnitud de las marchas es un dato sensible para Rousseff, que enfrenta un pedido de juicio político que podría terminar anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018, y también para los legisladores que buscan combustible para motorizar ese proceso que está en ciernes en el Congreso.

En Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos en agosto, decenas de miles de personas se apiñaban junto a las playas de Copacabana, una escena repetida desde que eclosionó la crisis económica y política que sacude a la potencia emergente.

"Estoy manifestando porque creo que solo participando se podrá frenar el desperdicio de las riquezas del país", dijo Marcelo Antunes, un ingeniero de 66 años. "Todos los brasileños debemos participar, no podemos quedarnos al costado".

Portando una bandera nacional verde y amarilla, los mismos colores de la camiseta de la emblemática selección de fútbol de Brasil, Maria do Carme, de 73 años, describe su visión del turbulento momento político que vive Brasil cuando recién se cumplió poco más de un año del segundo mandato de Rousseff: "Tenemos que deshacernos de Dilma, del PT, todos ellos. Ya no es más su tiempo", dijo en Río.

Una avioneta que sobrevoló las playas de la ciudad arrastrando un cartel con la leyenda "No va a haber golpe" fue abucheada por la multitud.

Sao Paulo

En Brasilia, en la explanada central que conduce al Congreso, 100 000 manifestantes se agruparon en torno a los camiones desde donde los organizadores arengaron la multitud con consignas antigobierno, según dijo la policía militar a la AFP .

La explanada central que conduce al Congreso en Brasilia fue el escenario para las manifestaciones. Foto: AFP

Un gigantesco muñeco inflable que asemeja a la figura del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva vestido de presidiario se erigía entre las cabezas apiñadas frente al Congreso, donde se vivó al juez federal Sergio Moro, cuyos fallos enviaron a la cárcel a varios empresarios y políticos de la élite local enlodados en la causa Petrobras.

En Sao Paulo, la capital económica e industrial de Brasil, comenzaban a reunirse los manifestantes. Se espera que esta ciudad sea el corazón del descontento social, como lo fue en 2015 cuando se congregaron cerca de un millón de brasileños.

"Vine porque estoy cansada de ver tanta corrupción y para reclamar por el desorden en que se convirtió este país. Basta de robo, basta", dijo Rosilene Feitosa, una pensionada de 61 años. "Yo voté por el PT (Partido de los Trabajadores, PT) pero nunca más", agregó.

En Sao Paulo se espera que participen líderes de la oposición que quieren ver a Rousseff lejos del Palacio de Planalto, como el senador Aecio Neves, del partido socialdemócrata PSDB, derrotado por la actual presidenta en las elecciones de 2014.

Y allí también está la residencia de Lula, donde este mediodía unas 300 personas dieron su apoyo al símbolo y fundador del gobernante PT, que recibió un pedido de prisión preventiva de la fiscalía de Sao Paulo la semana pasada por supuesta ocultación de patrimonio .

Lula retribuyó el saludo, según presenció un fotógrafo de la AFP.

La posibilidad de que se produzcan cruces entre manifestantes en medio de la actual efervescencia política que vive el país despertó preocupación en Rousseff, quien hizo un llamado para evitar la violencia.

Imágenes de televisión también mostraban copiosas manifestaciones en ciudades como En Brasilia, en la explanada central que conduce al Congreso, 100.000 manifestantes se agruparon en torno a los camiones desde donde los organizadores arengaron la multitud con consignas antigobierno, según dijo la policía militar a la AFP . (sureste) e incluso en tradicionales bastiones del izquierdista PT, que lleva más de 13 años en el poder, en el estado de Bahia, noreste

La sombra del impeachment

El sábado, el mayor aliado que tiene el PT en el gobierno anunció que evalúa romper la alianza. El centrista PMDB, la mayor fuerza política de Brasil, decidió debatir durante 30 días si abandona a Rousseff a su suerte o si se mantiene dentro del gobierno.

La convención del partido al que pertenecen el vicepresidente de la República, Michel Temer, el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y el del Senado, Renan Calheiros, transcurrió en clima opositor y las marchas podrían impulsar el impeachment mientras se espera que la Corte Suprema descongele el proceso en los próximos días, cuando defina el formato que tendría el juicio político.

En plena tormenta, Rousseff compareció sonriente el viernes y echó mano del carácter glacial que envuelve su biografía: "¿Creen que tengo cara de estar resignada? ¿Creen que tengo genio para resignarme? Yo no estoy resignada ante nada y no tengo esa actitud ante la vida (...) Cuenten, por lo menos, que no tengo cara de quien va a renunciar", instó a los periodistas.

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