Redacción Tulcán
Los conductores de buses de transporte interprovincial, que cubren la ruta Tulcán- Quito, se oponen a ingresar a la nueva terminal de Carcelén, ubicada al norte de la capital.
Ellos dicen que la disposición dada por el Municipio de Quito, les afectará. Pues ellos recogían pasajeros hasta llegar a los túneles, ubicados en el sector de San Roque, (centro).
Además, los estudiantes de las universidades, los usuarios más frecuentes de las unidades, tienen sus departamentos cerca a la vía Occidental, por donde pasaban los buses. María López, alumna, vive por La Gasca. “Vengo los fines de semana a Tulcán a visitar a mis papás y regreso el domingo en la noche. Si los buses no avanzan hasta allá tendré que gastar en taxis”.
150 viajes
interprovinciales parten a diario desde la terminal terrestre de Tulcán.Hernando Paredes, de la Trans Gacela, comentó que desde el martes anterior les obligan a no cerrar las puertas en el ingreso a Carcelén y a pasar por la vía Oriental hasta la terminal de Cumandá. “La mayoría de gente se queda en el sector de la Universidad y en los túneles, pero no se les puede abrir la puerta”.
Álvaro Mantilla, tulcaneño, estuvo en Quito y se perdió porque no sabía dónde esperar el bus alimentador. “No pude llegar a la terminal, hace falta más información para la gente de fuera”.
Desde este fin de semana en las oficinas de las cooperativas de buses interprovinciales en Tulcán y en Quito se comunica a los pasajeros de los cambios de recorridos. Estos tenían previsto empezar desde hoy.
Armando Ramírez, secretario de la Pullman Carchi, comentó que los transportistas verán afectados sus ingresos, pues en ocasiones los buses salen con pocos pasajeros desde Tulcán y consiguen dinero transportando a las personas de Quito. Esta cooperativa de Transportes tiene 21 frecuencias diarias.
Ayer, los dirigentes de la Unión de Transportistas Interprovinciales en Carchi, se organizaban para la protesta que protagonizarán desde hoy, en Quito. Ellos quieren seguir ingresando hasta la terminal de Cumandá y no aceptan que les obligue a cerrar las puertas en el ingreso a Quito.
Además, dijeron que la edificación de la terminal de Carcelén no está terminada y no presta las condiciones adecuadas.
El año pasado en Ibarra y Otavalo les sellaban las puertas de los buses interprovinciales que llegaban desde Tulcán. El Municipio de Ibarra les obligaba a ingresar a la terminal y les colocaba los adhesivos para que no recojan pasajeros en la carretera. Los transportistas protestaron por esta medida y lograron que se derogue esta disposición.