RedacciónManta
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Las calles céntricas de Portoviejo se llenaron de personas que portaban carteles con leyendas como “Queremos más seguridad”. “Basta de impunidad”.
La marcha que se inició ayer, a las 16:40, en el estadio Reales Tamarindos, fue convocada por los familiares de ciudadanos que perdieron a sus seres queridos, por ataques de presuntos sicarios que operan en la ciudad.
Fernando Burgos, coordinador de la manifestación, dijo que es hora de que la violencia en las calles pare de una vez por todas.
“Los hijos de Portoviejo son asesinados y, al parecer, la justicia poco hace para impedirlo. Esta es una protesta pacífica, queremos vivir en paz”, señaló Burgos.
Él también aseguró que no es justo que el nivel de inseguridad en esta urbe haga que los ciudadanos se encierren en sus casas y no puedan salir ni a tomar aire, por el temor de ser asesinados.
“Los habitantes de Portoviejo estamos cansados de tanta violencia, cada día hay una víctima, creo que las autoridades policiales
deben ayudarnos a poner freno a esta escalada de violencia”, manifestó Eduardo Martínez, concejal de Portoviejo.
El jefe del Comando de Policía de Manabí, Pedro Gallegos, dijo que se solidariza con las familias que han perdido a sus seres queridos a manos de la delincuencia. Gallegos cree que la seguridad de Portoviejo también debe contar con el apoyo ciudadano.
La realidad es que la inseguridad sigue siendo uno de los problemas que han recrudecido en Portoviejo en los últimos tres meses. “Ya es hora que los afectados también pongan de su parte, de 120 víctimas registradas en 2009, solo hay 15 denuncias”, señaló Gallegos.
La última se registró el 4 de enero, cuando fue acribillado Giovanni Tricherri Cedeño. A las 20:00, dos desconocidos que llegaron a las calles América y Pedro Zambrano, en una moto, ingresaron a su negocio. Le llamaron y le dispararon ocho veces. Los empleados lo llevaron a una clínica y ayer, antes del mediodía, falleció.