Hambre, incertidumbre. Eso sienten los comerciantes
que tienen puestos de venta en las terminales interprovinciales de Quitumbe y Carcelén. Piden al Municipio de Quito que reanude las operaciones ya que no tienen ingresos. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Los 160 comerciantes que tienen puestos de venta en las terminales interprovinciales de Quitumbe y Carcelén realizaron una manifestación la mañana de hoy, viernes 28 de agosto de 2020. Piden al Municipio de Quito que reanude las operaciones ya que no tienen ingresos económicos para mantener a sus familias y negocios.
Las personas se concentraron en el monumento a Simón Bolívar ubicado frente al Banco Central del Ecuador, en la avenida Pichincha (centro). Carlos Castellanos, presidente de la Federación de Comerciantes Minoristas, manifestó que las autoridades nunca protegieron a la gente del covid-19. “Necesitamos que el alcalde Jorge Yunda dicte una resolución administrativa para que se exoneren los arriendos en las terminales. También los pagos de servicios básicos, patentes, regalías y multas generadas durante la pandemia”. “Si no nos mató el covid-19 en estos cinco meses, lo hará el hambre”.
El dirigente aseguró que los comerciantes de las terminales ya cuentan con sus protocolos de bioseguridad para prevenir el coronavirus. Tienen trajes antifluido, guantes, mascarillas, bandejas de desinfección para zapatos y se proporcionará gel y alcohol. A su criterio, con el cierre de Quitumbe y Carcelén se ha promovido el comercio informal en los exteriores de esos recintos.
Los manifestantes se quejaron de que tienen deudas en los bancos y cooperativas. “Estamos desesperados porque llevamos cinco meses sin trabajar”, dijo Yolanda Durán, quien vende alimentos en Quitumbe.
Rolando Mendieta señaló que no tiene dinero para pagar las deudas acumuladas por los servicios de agua potable y electricidad. A eso se suman que no han pagado el alquiler de sus viviendas y los puestos que utilizan en las terminales de transporte. “Se aproxima el año escolar, estamos desesperados”.
Miroslava Borja es dueña de una copiadora en la terminal de Carcelén. Señala que tiene deudas con el banco y la cooperativa de ahorro y crédito. “Cuando me llaman por teléfono prefiero no contestar, no tengo de dónde pagar”.
Luego del plantón junto al monumento a Simón Bolívar, los manifestantes se dirigieron al COE nacional ubicado en el edificio del ECU 911. De ahí tenían previsto ir a la Plaza de Independencia.